Viajar a la EUROPA ÁRTICA es pararte en el borde de un acantilado en el punto más al norte del continente, es observar la magia de las luces de la aurora boreal cruzando los cielos de Noruega. Es experimentar el silencio absoluto mientras recorres los senderos del Parque Nacional sueco Abisko al atardecer y aprender sobre las ocho estaciones de los indígenas sami en Finlandia.
Visitar esta parte del mundo es experimentar todo eso y más. Aquí comparto contigo una lista de doce experiencias que solo puedes vivir en esta tierra encantada.
12 experiencias que solo puedes vivir en la Europa ártica
1. Participa de un safari para ver ballenas… ¡a la medianoche!
Si vas a la costa noroeste de Noruega durante el verano tienes un 95 por ciento de posibilidades de ver una ballena. De hecho, la gente de Whalesafari Andenes está tan segura de que vas a ver a uno de estos increíbles mamíferos que, si no lo haces, se comprometen a devolverte tu dinero. Quédate cerca de la baranda y escucha los sonidos de las ballenas -cachalotes, ballenas piloto, orcas asesinas, ballenas jorobadas y ballenas de aleta – cuando salen a la superficie para respirar.
Tip: En esta ubicación tan boreal, hay todavía mucha luz a la medianoche, pero aún así vas a querer tener contigo un jersey y una chamarra liviana para bloquear el viento. Tal vez hasta quieras tomar una medicación que prevenga que te enfermes durante tu travesía.
2. Aprende sobre los dos mil años de la cultura sami.
Los sami son los pobladores nativos de la región ártica llamada Sapmi (que abarca las modernas Noruega, Suecia, Finlandia y la Península Kola de Rusia). Su concepto del tiempo está ligado a su estrecha relación con la naturaleza y por ello dividen el año en ocho estaciones: primavera-invierno, primavera, pre verano, verano, pre otoño, otoño, pre invierno e invierno. Una vez que estés en esta parte del mundo, no te será difícil apreciar las diferencias sutiles entre una y otra estación.
Si vas en verano, visita el Centro Cultural Siida, que no está demasiado lejos del Parque Nacional Lemmenjoki ni de la Reserva Natural Kevo Strict. Vas a encontrarte con un museo a cielo abierto que va a complementar tu visita a las exposiciones permanentes que exploran la cultura sami. También te recomendamos otros lugares para aprender sobre esta milenaria etnia: Kautokeino (en el norte de Noruega) y la mayor población sami: Sirkas, en Jokkmokk.
3. Disfruta de un día de senderismo ártico + sauna + baño reparador en aguas heladas.
No te olvides de ponerte tus mejores botas cuando vayas al Parque Nacional Abisko (Suecia). También vas a necesitar ropa a prueba de agua, porque vas a tener que vadear arroyos. Comienza tu aventura a las 7 de la mañana en Abiskojaure y camina hacia un pequeño refugio de montaña llamado Unna Allakas. Disfruta del paseo entre bosquecitos de abedules que rodean la villa de verano sumi Rovvidievvá. Presta atención, porque es muy posible que te cruces con algunos renos en el camino.
El sendero Kings Trail, de 442 kilómetros, va desde Abisko a Kebnekaise, la montaña más alta del país. Si decides caminar por aquí (o hacer al menos una o dos secciones), irás de cabaña en cabaña, pasando por la tundra cubierta de arbustos de arándanos, valles formados por la era del hielo y más bosques de abedules.
En cualquier caso, siempre que llegues a un refugio de montana regístrate, elige una cama y pídele al stugvärd (el encargado del refugio), que encienda el sauna (sí, como en la película Frozen). Cuando te anuncie que está listo, sácate la ropa y las botas y date un chapuzón en el lago… No temas, ¡tendrás un sauna calentito esperándote!
4. Siéntete en el borde del mundo en el Cabo Norte (Noruega).
Respira la grandeza del viento ártico mientras te paras en un risco de 300 metros sobre el nivel del mar en el Cabo Norte, donde se encuentran los océanos Atlántico y Ártico. Situado en la isla de Magerøya, este es el punto más boreal de la Europa continental. Si vas cerca del solsticio de verano podrás apreciar como el sol… nunca se pone.
Tip: Si quieres dormir bien durante tu viaje, asegúrate de que tu alojamiento tenga buenas persianas… o aún mejor: ¡Quédate despierto toda la noche!
5. El el punto cúlmine del verano, duerme en una habitación hecha totalmente de hielo.
Lleva ropa de dormir bien abrigada, acomódate en tu saco de dormir y pasa la noche en el hotel Icehotel 365 (el primer hotel del mundo hecho de hielo y de nieve, con temperaturas que oscilan entre los 5 y los 8 grados), lo que significa que vas a dormirte viendo el vapor de tu propio aliento…
Este hotel, que solo usa energía solar, está situado en Jukkasjärvi, Suecia, a 201 kilómetros al norte del Círculo Polar. Lo mejor es que no debes esperar a que llegue el invierno para sentir que eres Elsa: el hotel está abierto todo el año.
¿Lo mejor? Este no es el único alojamiento congelado en la Europa boreal. Checa Norway’s Kirkenes Snowhotel (en Bjørnevatn), el Sorrisniva Igloo Hotel, en Alta, or el Arctic SnowHotel, en Rovaniemi, Finlandia.
6. Descansa por un momento en la puerta a la Laponia sueca.
Si tienes una lista de fotos que publicar en Instagram antes de morir, asegúrate de incluir la imagen más icónica del Parque Nacional Abisko (y tal vez de todo el país): estoy hablando de Lapporten, la puerta a la Laponia sueca, rodeada de montañas de 1524 metros. Al fondo se encuentra el Lago Cuonja Jabri.
Lleva solo un café calentito y tu cámara. No hay senderos señalizados, pero es muy fácil para caminar por tu cuenta y acercarte todo lo que gustes.
7. Disfruta del calorcito del único baño sauna del mundo situado en una góndola.
¿Quieres hacerlo al estilo danés? Deja la ropa a un lado y, así como Dios te trajo al mundo, pon agua sobre las piedras calientas y relájate mientras siente como el vapor sube por sobre tu cabeza. Si quieres tener la experiencia del sauna danés completa, lleva una vihta -una ramita de abedul plateado- y date unos golpecitos suaves en la piel (¡es excelente para tus músculos!).
Se estima que Finlandia tiene más de tres millones de saunas (hasta hay uno en el Parlamento), pero el único Sauna Góndola se encuentra en Ylläs. El viaje de veinte minutos en góndola comienza en la cima de la pista de esquí, a 719 metros sobre el nivel del mar. Mientras tu piel se pone colorada y el sudor cae como lluvia, vas a poder admirar el paisaje de montaña más maravilloso que te puedas imaginar.
8. Pasa una noche en una cabaña de pescadores en Tind, en las Islas Lofoten, Noruega.
Las rorbu — tradicionales cabanas rojas construidas sobre pilares en el mar — han sido usadas desde siempre como alojamiento temporario por los pescadores noruegos. Las puedes ver esparcidas por Lofoten, un impactante archipiélago ubicado en la costa de Noruega. Si quieres estar rodeado de montañas musgosas, playas de arena blanca, pueblitos de pescadores y fiordos, renta una rorbu para tener una estadía ártica como se debe.
PD: A la gente le encanta pescar en Lofoten, por lo que no podrás escaparte del aroma típico de esta actividad durante la época de secado del bacalao (de febrero a julio). Tómalo como una parte más de tu auténtica experiencia noruega.
9. Maravíllate con las luces de la aurora boreal, ¡estés donde estés!
Renta una cabaña con sauna y haz que tu única misión sea ver las luces boreales danzar ante tus ojos. Utsjoki, en el Norte de Finlandia es una excelente opción, pero en casi cualquier lugar de la Europa Ártica vas a poder encontrarte con este espectáculo (otros lugares que se me ocurren son Alta, en Noruega, y Abislo, en la Laponia sueca).
Si terminas decidiéndote por Utsjoki, ve a Deatnu, un restaurante a la orilla del río, abastecido solo con productos locales. Comida internacional con un delicioso toque lapón. Te recomiendo el reno salteado con salsa de lingonberry y pepinillos en vinagre. No te pierdas el queso finlandés con moras naranjas para el postre. ¡Yom!
Tip: Hace mucho frío de noche, así que lo mejor será vestirte en capas, como una cebolla, y dejar espacio en tus botas para unas medias gruesas de lana. Sentirte abrigado y cómodo afuera va a ser muy importante cuando estés esperando la aparición de las luces de la aurora boreal.
10. Organiza para que te busquen en el aeropuerto… ¡en trineo!
En la Europa ártica puedes llegar a cualquier lado tal como te lo mereces: en trineo. En un segundo pasarás de estar caminando en el aeropuerto en pantalones y camiseta a tomar las riendas del trineo y llegar a tu destino de esta manera divertida y original.
También puedes visitar la finca de perritos Husky cerca de Luleå, en Suecia, y hacer un tour de tres horas por los bosques árticos. O ser el capitán de tu propio equipo de perros y pasear sobre los lagos congelados.
11. Dale tu lista de pedidos EN MANO al mismísimo Papá Noel, en Rovaniemi, Finlandia.
No hay mejor para sentir que todo el año es Navidad. Al norte de Rovaniemi, la capital de Laponia, vas a encontrar el domicilio oficial de Papá Noel, la Santa Claus Village. Si visitas este lugar mágico del Círculo Polar durante el invierno, vas a escuchar como el hielo se quiebra bajo tus pies y vas a sentir como el viento muerde tus mejillas. Si tienes la suerte de vivir una nevada, sé el primero en levantarse (o quédate despierto cuando todos ya se hayan ido a dormir), ponte las botas y escucha el silencio perfecto de la nieve recién caída.
12. Acampa en la Playa Bunes, en Lofoten, Noruega.
Con su agua clara y su bahía arenosa, Bunes Beach tiene casi los mismos ingredientes que una playa tropical… menos las palmas y el calor pegajoso, claro está. Dispone tu tienda de acampar donde las dunas dejan lugar a un terreno más plano y cubierto de hierba suave. Cuando cae el sol vas a ver como todos los visitantes vuelven a casa y tú tendrás este magnífico lugar para ti solo.
Tip: Solo puedes llegar a la playa a través del ferry local Reine y no hay ni un negocio donde comprar provisiones. Lleva comida y equipo suficiente para el tiempo que vas a quedarte.
Este artículo fue realizado en colaboración con Finnish Lapland, Northern Norway y Swedish Lapland.
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