Entre el 19 y el 22 de diciembre se llevará a cabo la Feria Internacional de la Piñata en el pueblo mágico de Acolman, en el Estado de México, lugar donde se cree comenzó la tradición de hacer piñatas con ollas de barro, adornadas con papel de colores. Justamente fue aquí que, en el ex Convento de San Agustín, se elaboró en 1587 la primera piñata de siete picos, como la conocemos todavía. Aquí puedes ver la cartelera.
Acolman es una palabra de origen náhuatl que proviene de ocumáitl: aculli (hombre) y maitl (mano o brazo). En documentos que datan de la colonia se le nombra como Oculma, Acuruman o Aculma. Su fundación en la época prehispánica es ubicada por los arqueólogos hacia el siglo XIII y se le atribuye a los acalhuas, uno de los siete pueblos chichimecas.
Después de su fundación, sus pobladores se dedicaron a la cría de perros itzcuicles y en su mercado era posible comerciar con perros de tres tipos distintos: xolitzcuintli, tepeitxcuintle y itcuintepotzotli. Los aztecas impusieron a Huitzilihuitl como el gobernador del lugar, por lo que Acolman pasó a ser un pueblo que enviaba tributo a Texcoco. Cuando llegaron los españoles en 1519, su gobernante era Xocoyotzin. En septiembre de 1877 se decretó que el municipio se llamara Acolman de Nezahualcóyotl.
Las piñatas llegaron con los evangelizadores y se las utilizó como un instrumento para la evangelización. De manera didáctica, sirvieron para enseñar acerca del pecado y la tentación, los cuales podían vencerse con la virtud de la voluntad y la fe ciega. Por esa razón las piñatas debían romperse con un palo, mientras los ojos estaban vendados.
Una piñata muy mexicana se hace con una olla de barro cubierta de papel maché (tiras de papel periódico con engrudo) y adornada de papel de china de colores.
En su interior contiene frutas, dulces, juguetes pequeños y hasta dinero. Se cuelga de una cuerda para ser golpeada hasta romperse y liberar su contenido sobre los participantes, que se arrojan a recoger el botín. Las piñatas son un elemento infaltable en los cumpleaños y en las posadas de la Navidad.
Este año, los invitados especiales a esta Feria Internacional de la Piñata son Chile, Aguascalientes y la Alcaldía de Xochimilco. Además, habrá un concurso de piñatas tradicionales y contemporáneas; su slogan promocional es “Vamos adelante por nuestras tradiciones”. Vas a encontrar talleres donde podrás elaborar tu propia piñata, los cuales son impartidos por artesanos locales. También podrás admirar piñatas originales de otras localidades cercanas, como Tecámac, Atenco, Teotihuacán y Tezoyuca.
Si buscas que tu posada sea de lo más original, corre por tu piñata a esta feria, te aseguro que encontrarás muchísimos modelos, verdaderas piezas artesanales y hechas con ollas de barro, en medio de un ambiente navideño, bailes populares, juegos mecánicos, cenas navideñas, antojitos mexicanos, pirotecnia y, por supuesto, eventos religiosos.
¿Ya te dio hambre? Prueba los tamales de garbanzo o habas; la barbacoa, los mixiotes de carnero y pollo o el conejo guisado de diferentes formas y acompañados con frijoles cocidos con epazote y servidos con queso y longaniza. No te puedes ir sin probar el tradicional mosco o mosquito, un licor muy dulce hecho a base de frutas, en especial de naranja.
Acolman es un lugar que ofrece atractivos paseos culturales. Visita el Ex convento de Acolman, donde podrás encontrar objetos y muebles de uso religioso de distintos siglos y magníficas esculturas de los siglos XVI al XIX.
El Museo de Tepexpan está dedicado a la prehistoria, construido donde el Helmut de Terra y Alberto R. Arellano encontraron en 1945 los restos fósiles del llamado “hombre de Tepexpan”, que tiene más de 12,000 años de antigüedad.
Si te atrae el senderismo, visita las Cuevas de La Amistad, en el parque estatal Sierra Patlachique. Lleva tu bici porque podrás realizar paseos en su ciclopista, súbete a la tirolesa o pasa un día de campo en sus palapas con zona de asadores y campamento.
También puedes visitar la Reserva Ecológica San Mateo Chipiltepec, que alcanza los municipios de Acolman, Tepetlaoxtoc, Chiautla, San Martín de las Pirámides y Teotihuacán.
No te pierdas de esta linda tradición, visita la Feria Internacional de la Piñata y entona aquello de ¡Dale, dale, dale, no pierdas el tino!