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20 frases típicas venezolanas cuyo curioso origen probablemente no conoces

Venezuela
by Maholy Rossell 23 Jan 2021

1. Echarse un camarón.

Un “camarón” es el sueñito que echamos a escondidas de vez en cuando durante el trabajo.
Proviene de las primeras exploraciones de petróleo en nuestro país, cuando los capataces norteamericanos querían echar una siesta sin ser vistos por los obreros venezolanos y se excusaban diciendo “I’ll come around” (Ya vuelvo, que suena parecido a aicomarun)… Este es un divertido ejemplo de la evolución del lenguaje a partir de la fonética. En esta lista sobre el origen de frases típicas venezolanas, encontrarán otros ejemplos similares en los puntos número 7, 10, 13, 15, 17 y 20.

 

2. El “Jala Mecate”…

Es el nombre con que se conoce el típico compañero adulador. Se dice que esta expresión viene de la época de la guerra de independencia: al parecer al Libertador le gustaba que le mecieran la hamaca para dormir. Eran muchos los soldados y hasta oficiales que se ofrecían a halar el mecate de la hamaca de Simón Bolívar para ganar favores o tener algún tipo de beneficio.

 

3. “Echarse las bolas al hombro”

Es una frase para denotar que una persona es floja o perezosa. Proviene de los presos que utilizaban grilletes durante la dictadura de Juan Vicente Gómez. Aquellos que durante sus pesadas horas de trabajo forzoso se alzaban las bolas (los grilletes) a los hombros para descansar los pies eran considerados flojos y haraganes.

 

4. “Echar los perros”

Es como se conoce el cortejo venezolano. La expresión tiene origen en las corridas de toro: cuando el toro no embestía, era hostigado por una jauría de perros como castigo. En algunos países es sinónimo de acoso o amenaza, pero en Colombia y Venezuela significa cortejar a alguien. ¡Vaya metáfora!

 

5. “Echar el muerto”

Es dejar la responsabilidad de algo a otra persona. Se cree que su origen se debe a una práctica de la Edad Media: cuando se encontraba un cadáver y no había culpable, el pueblo entero debía pagar una multa. Por esta razón, cada vez que los lugareños encontraban algún cadáver no lo reportaban, sino que lo llevaban en un saco hacia otro pueblo y “les echaban el muerto” para que ellos pagaran esa multa.

 

6. Ser un “Mamarracho”

Es como se denomina a una persona generalmente mal vestida o extravagante, y proviene del árabe muharrig, que significa bufón o payaso.

 

7. Ser un “Musiú”

Es como solemos referirnos a los extranjeros que vienen de Europa. Viene del vocablo francés “Monsieur” que significa “Señor”.

 

8. Ser o tener un “Jala Bola”

Hoy en día es el término que usamos para quien es un adulador, pero proviene de algo distinto que ocurría en las cárceles durante la dictadura de Juan Vicente Gómez. Aquellos presos con familias adineradas contrataban a un “Jala bolas” para que les ayudara a cargar con los pesados grilletes que tenían en los tobillos. Se parece a la expresión “jala mecate”, que se utiliza también para referirse a una persona que suele obtener algo con lisonjas.

 

9. ¡Los Corotos!

En Venezuela “Corotos” es sinónimo de objetos o cosas. El término proviene de la colección de cuadros del pintor francés Jean Baptiste Corot que pertenecían al ex presidente Antonio Guzmán Blanco. Cada vez que tenía que cambiar de residencia le decía a sus empleados “¡Cuidado con los Corots!” para que tuvieran precaución al embalar los cuadros, pero esto fue mal interpretado por ellos al pensar que “corots” se refería a todos los objetos de la mudanza.

 

10. Los “Macundales”

Las transnacionales que venían a explotar el petróleo en nuestro país generalmente utilizaban herramientas de la marca “Mack and Dale”. Una vez que culminaba el día de trabajo, los obreros venezolanos tenían que “recoger los macundales” haciendo referencia a dichas herramientas de trabajo. Hoy en día esa palabra también se refiere a objetos o cosas.

 

11. “Echarse los palos”…

En Venezuela, es tomar licor. El término se origina con la abolición de la esclavitud, cuando los hacendados se negaron a pagar a sus antiguos sirvientes con monedas de plata y en lugar de ello hacían tablillas con el sello de la hacienda para que pudieran ser canjeadas en las pulperías y bodegas por víveres. Muchos preferían comprar licor por lo que pedían “un palito de ron”, “un palo de miche”, etc. Al tener que contar en que habían despilfarrado las tablillas o palitos, decían “me eché los palos”.

 

12. “Dejar el pelero”

Esta frase hace referencia al acto de huir a toda velocidad para evitar un peligro o una responsabilidad aunque literalmente no se deje ni un pelo. Es muy típico de los adolescentes cuando les toca hacer labores del hogar, “Dejan el pelero!”.
Para dar cuenta de su origen, hay dos historias. Por un lado, se dice que proviene del rastro de pelo que seguían los indígenas venezolanos de los animales que habían salido corriendo al sentirse amenazados. Por el otro, algunos creen que la frase proviene de las barberías adriáticas que fueron populares entre los 60’s-80’s, en donde si un hombre se iba a cortar el cabello, sin dinero, se levantaba al final y se iba corriendo, dejando al barbero con “el pelero”.

 

13. “Echarle pichón”

Para los venezolanos, significa esforzarse para lograr algo. La frase proviene de las bombas manuales de agua que tenían antiguamente los pozos de los pueblos. Había que hacer un gran esfuerzo físico para mover una palanca y extraer el agua. Dicha palanca tenía un letrero que decía “Push on”(empuje, en inglés). Entonces los habitantes de esos pueblos decían que tenían que “echarle pichón” si querían sacar el agua del pozo. Seguramente preferían ir a echarse un camarón que echarle pichón…

 

14. “Echar un polvo”

Usamos esto para referirnos a un acto sexual fugaz. La frase proviene de finales del siglo XIX cuando los caballeros se ausentaban de las reuniones sociales para inhalar rapé (polvo de tabaco), ya que era de mala educación hacerlo en público. Al regresar, se excusaban diciendo que estaban “echando un polvo”… cosa que poco después se convirtió en una excusa para aquellos hombres que iban a tener un furtivo encuentro sexual con alguna damisela y no querían levantar sospechas.

 

15. Cuidado con el “Guachiman”.

Es como se denomina a un vigilante o celador en Venezuela… y proviene del inglés Watchman.

 

16. Ser un “Pela bolas”

En Venezuela, es alguien de poco valor o utilidad. El término proviene de los jugadores de béisbol que no lograban batear y “pelaban” (no atinaban) a la hora de batear o atrapar la bola… por lo que generalmente se encontraba en la banca y era visto como alguien de poco valor.

 

17. Las “Cotufas”

Es nuestro popcorn o palomitas de maíz, y como ha sucedido con otras palabras derivadas de inscripciones en inglés, viene de los sacos con granos de maíz que tenían la inscripción “Corn to fry”.

 

18. “¿Vas a seguir Abigail?”

La expresión se dice cuando algo es fastidioso. Tiene su origen en la telenovela llamada “Abigail” transmitida por RCTV durante la década de los 80’s. La telenovela estuvo durante mucho tiempo al aire, por lo que se tornó monótona y aburrida y dio cabida a la expresión de fastidio “¿Vas a seguir Abigail?” cada vez que comenzaba un capítulo nuevo.

 

19. Ser un “Muérgano”.

Proviene del siglo XIX. Cuando el pirata inglés Morgan y sus compañeros los “Moranger” invadieron Maracaibo, realizando saqueos y crímenes por donde pasaban. La palabra “Moranger” se venezolanizó como “Muérgano” y se emplea para denotar malas personas o gente que actúa de mala fe.

 

20. Ser “Guircho”.

Es tener un mal comportamiento social, ser grosero o tener poca educación con los demás. Principalmente utilizado en las ciudades occidentales del país, el término “guircho” proviene de las palabras en inglés Wild Child (Chico Salvaje). Muchachas de bien… ¡cuidado con los chicos malos!

 

Fuentes utilizadas para investigar el origen de frases típicas venezolanas:

RAE
Panorama
Diccionario de Regionalismos Venezolanos

Este artículo sobre el origen de frases típicas venezolanas fue publicado en julio de 2016 y actualizado por última vez el 23 de enero de 2021.