¿Cuál sería la forma más rápida de convertir a un pueblo de guerreros en uno sumiso?
Para los religiosos españoles, la estrategia era sencilla: eliminar los espacios sagrados nativos, borrar todo rastro de su pasado, sustituir su lengua madre, darles una nueva religión y destruir sus ciudades.
Con lo anterior, la invasión estaba garantizada para los beneficios que la corona española pudiera buscar, como tributos, mano de obra, ejércitos y un imperio más grande con infinitos recursos naturales para producir riquezas.