Cuando andamos de paseo y llegamos a un lugar muy conocido, nuestro primer instinto viajero es sacar una foto, ¿verdad? Aunque en la era de Instagram esta foto debe, sí o sí, incluirnos a nosotros lo que, a veces, puede generar un problema ético. Un ejemplo es lo que está sucediendo en Chernobyl (Ucrania), donde ocurrió una de las mayores catástrofes de nuestros tiempos, al explotar su planta nuclear en 1986. Gracias a la serie de HBO que relata estos tristes sucesos, hoy Chernobyl experimenta una avalancha de instagramers dispuestos a todo con tal de lograr una selfie en el medio de las ruinas. El tuitero Bruno Zupan compiló en un post viral algunas de estas imágenes.
Después de la serie, los Instagramers invaden Chernobyl y estos son los resultados
Meanwhile in Chernobyl: Instagram influencers flocking to the site of the disaster. pic.twitter.com/LnRukoLirQ
— Bruno Zupan (@komacore) June 9, 2019
Cada vez hay más tours que organizan viajes a la zona del desastre, para ser testigo de cómo la naturaleza se hace paso a través de las ruinas y la destrucción, creando un paisaje único que ya nos habla más de un renacimiento que de la muerte que simbolizó todos estos años. Según la CNN, las reservas para visitar Chernobyl han aumentado en un 35 por ciento desde que se estrenó la serie de HBO. Sin embargo, la idea de visitar un lugar simplemente para lograr más “me gusta” y seguidores es perturbadora para mucha gente, especialmente cuando una usuaria de Instagram se muestra de esta manera para ser el centro de atención de la fotografía, en lugar de retratar el lugar que significó la devastación de miles de vidas inocentes.
“Es maravilloso que Chernobyl haya inspirado una oleada de turismo a la zona de exclusión”, dijo Craig Mazin -creador de la serie- en un tuit del martes pasado. “Pero sí, he visto las fotos que andan circulando. Si visitan Chernobyl, por favor recuerden que allí ocurrió una terrible tragedia. Compórtense con respeto por aquellos que sufrieron y que se han sacrificado”.
Chernobyl no es el primer lugar que ha visto llegar un aluvión de turistas gracias a una serie de HBO. Los Dark Hedges del Juego de Tronos son, en realidad, una fila de árboles que bordean una calle residencial en el Norte de Irlanda, que hoy también recibe buses llenos de turistas deseosos de tomarse una selfie.
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