Si bien últimamente los estándares de belleza han cambiado y hemos podido ver personas de raíces africanas, asiáticas, nativas de América o albinas en las pasarelas y en el cine, tantos años de fomentar que la belleza era solo blanca han hecho que nos resulte muy difícil concebirla hoy desde otro ángulo. En este artículo te quiero contar sobre el caso de Yalitza Aparicio y el racismo mexicano.
México es un país con un 80 por ciento de población de piel morena y, aún así, es un muy buen ejemplo de racismo mediático. Sistemáticamente, se ha pretendido enaltecer los valores estéticos de la apariencia y el color de piel claro, menospreciando las tonalidades más oscuras.
Para muestra, basta un botón: según la ENADIS (Encuesta Nacional Sobre Discriminación 2017), el 56,5% de los encuestados han sido discriminados por su apariencia física, el 65% opina que se respetan poco o nada sus derechos de los indígenas y 18% no le rentaría su vivienda a una persona de origen nativo.
Así mismo el 20,3% de la población nativa, aseguró haber sido discriminada en el último año al recibir servicios médicos, servicios de transporte público y hasta en su familia y el 29,2% confirmó la negación de un derecho por su origen (ENADIS 2017). Lo que en resumen y en promedio el estudio señala es que el 40,3% de la población nativa de México ha sido discriminada a través de acciones ofensivas durante los últimos 5 años (ENADIS 2017).
Esto también lo confirma el INEGI (Instituto Nacional de Estadística y Geografía) con su Módulo de Movilidad Social Intergeneracional del 2016. Según el INEGI, la mayoría de personas con tonos de piel más claro tienen más facilidad de llegar a ser directores, jefes y profesionistas, en tanto que aquellos con un tono de piel más oscuro tienden a ocupar puestos de apoyo, operadores y artesanos.
Ojo, estos son datos estadísticos y el hecho de que tu percepción te indique lo contrario no significa que los datos arrojados a través de los estudios poblacionales sean falsos o que siempre ofrezcan los mismos resultados para la sociedad en general.
Bajo la premisa anterior es fácil entender la realidad social en México, donde las telenovelas, películas, revistas de moda y espectáculos dan un mayor realce a las personas de piel blanca como sinónimo de belleza, poder y altos cargos, mientras que las personas con piel morena son exhibidas en los mismos medios como “jodidos, sufridores y rateros”, según las palabras de Tenoch Huerta, actor mexicano, en una entrevista para el diario “El país” que puedes ver a continuación.
Es así como en México, un país silenciosamente racista, es de apreciarse que de vez en cuando existan personajes que vayan contra todo estereotipo y demuestren que la belleza, el porte y la elegancia pueden venir en diferentes presentaciones, que no necesariamente responden a las establecidas en los últimos años.
El mejor ejemplo del momento es Yalitza Aparicio, la joven protagonista mixteca de la película “Roma”, dirigida por el mexicano Alfonso Cuarón y que está arrasando a nivel mundial.
Pongámonos en contexto: Yalitza interpretó a una mujer de servicio en la casa de una familia de clase media alta en la Ciudad de México, durante los años setenta. Su actuación, así como todo el trabajo del equipo, les valió la nominación al León de Oro en el Festival de Venecia y una posible nominación al Oscar.
La cosa no para ahí, ya que el desempeño de Yalitza ha generado una lluvia de elogios alrededor del mundo. La revista Time, por ejemplo, dijo del trabajo de la jóven que ha sido “la mejor interpretación del año”. También será la protagonista de la portada de enero de la edición mexicana de la revista Vogue (debajo), que resalta en el video promocional de la nota central el gran orgullo de Yalitza por sus rasgos nativos y su origen mixteco.
La vida de esta oaxaqueña pasó de la discreción de su hogar en Tlaxiaco a las pantallas del cine. Apartada de los reflectores, damos eco a la voz de una mujer tan genuina que es capaz de opacar a las mismas estrellas: Yalitza Aparicio. #YalitzaEnVogueMx #Vogue20 pic.twitter.com/94WVD10f4i
— Vogue Mex y Latam (@VogueMexico) December 17, 2018
Pero, como no hay peor enemigo de un mexicano que otro mexicano, las críticas no se hicieron esperar y los comentarios negativos alrededor del aspecto de Yalitza, su origen, su trabajo y su éxito llegaron mucho más rápido que los positivos.
Sin embargo, para Yalitza, ha sido todo un placer representar a un país que se ha tratado de alejar de sus raíces nativas en su afán por sentirse más aceptado, más blanco, más bello, según lo que le han dicho la televisión y las revistas.
A pesar de que Yalitza tuvo que representar un papel que refleja los resultados de las estadísticas del INEGI, su realidad ahora es muy distinta y, mientras muchos, desde la comodidad de su dispositivo móvil se enaltecen a sí mismos juzgando y profiriendo comentarios que solo reflejan el vacío de su vida, ella hoy es un emblema a nivel mundial, teniendo apariciones tanto en la revista Vogue en México luciendo un vestido Gucci (edición estadounidense de Vanity Fair) o portando un Dior.
Nosotros, los que hemos vivido de cerca la discriminación a causa del color de la piel, agradecemos el porte, orgullo y elegancia que Yalitza ha demostrado, pues hoy podemos dejar a un lado los prejuicios y creer que a pesar de la insistencia de la televisión, también en la piel morena se alojan los grandes sueños, la vanidad y la elegancia.
Muchas gracias Yalitza, por darle a la mujer mexicana de bronce un motivo de orgullo, para que olviden por un momento que, para sentirse hermosa, no hace falta una piel blanca.