Ahora es cuando chile verde, le has de dar sabor al caldo. Y es que un buen caldo, de esos picositos, puede convertirse en un elixir capaz de curar cualquier mal. No son pocos los lugares de la Ciudad de México convertidos en templos abiertos a cientos de resacosos y familias en busca de esa suculenta terapia intensiva capaz de devolverle el espíritu al cuerpo. Como en todo, hay de caldos a caldos, así que vamos a repasar algunos de los mejores caldos de la ciudad y en dónde comerlos. ¡A darle que es mole olla!
Pozole verde en El Pozole de Moctezuma
¿Te le negarás a tu ex pero no a un buen plato de pozole? Y sobre todo si hablamos del pozole verde de Moctezuma. Si no fuera por las recomendaciones de boca en boca, quizá sería imposible para muchos encontrar esta pozolería. ¿Por qué lo digo? Porque aunque ofrecen uno de los mejores pozoles de la ciudad, el restaurante está escondido en el primer piso de un edificio de departamentos en la colonia Guerrero al que solo se puede acceder tocando un pequeño timbre marcado como “pozolería”.
El aire clandestino de El Pozole de Moctezuma no ha sido impedimento para que el mismo Carlos Slim pase a echarse su pozole de vez en cuando. De lo bueno que está el pozole verde, dicen que hasta les ha pedido la receta, pero la dueña de la pozolería no ha dado su brazo a torcer.
Lo interesante en este pozole es la variedad de extras con los que lo puedes acompañar: huevo, aguacate, sardina y chicharrón. Quizá esta combinación te resulte extraña en un pozole pero créeme, tienes que probarlo.
En su menú, además del pozole, ofrecen una variedad de antojitos guerrerenses bastante buenos para abrir boca. No olvides pedirte un buen mezcalito guerrerense de la casa para complementar tu experiencia.
Dónde: Moctezuma 12, Guerrero.
Abre de lunes a sábado de 2pm a 7pm
Caldo de gallina en Caldos de Gallina Luis
Yo no era muy fan de los caldos de gallina hasta que un cuate me recomendó los Caldos de Gallina Luis. No sé si aquí aplican la máxima que reza que “de gallina vieja se hace buen caldo”, pero no hay duda de que se la saben en lo que a sabor del caldo se refiere. Aquí te despachan con el cucharón grande, así que es mejor llegar con hambre.
Este caldito de gallina no solo quita el frío sino hasta la cruda y te espanta cualquier catarro. Si de plano eres muy glotón, puedes seguirte con las enchiladas de la casa bien empapadas de mole, aunque ojo, aquí todas las porciones se sirven generosas, por lo que comprometerte con un segundo platillo puede ser un verdadero reto. Además, seguro le entrarás con singular alegría a las tortillas hechas a mano. ¿Lo mejor? Estos caldos abren las veinticuatro horas y son una bendición para cualquier trasnochado.
Dónde: Puebla 188, Roma (a una cuadra del Metro Insurgentes).
Abierto las veinticuatro horas
Mole de olla en Las Mayoras
Ni tu cobija de tigres te hace el paro como un buen mole de olla durante esos despiadados frentes fríos. Y no es para menos, pues en un solo plato de mole está lleno de vitaminas, proteínas, carbohidratos y ese toquecito de chile guajillo y pasilla que hace de este platillo una combinación ganadora. ¿Se te hizo agua la boca? Entonces lánzate al restaurante Las Mayoras, una fondita especializado en platillos regionales de todos los estados, aunque su mero mole, es el mole de olla.
Dónde: Calle Gobernador Gregorio V. Gelati 35, San Miguel Chapultepec.
Abre de lunes a sábado de 8am a 6pm
Birria en Michoacaníssimo
Al inicio de esta lista mencioné que los caldos pueden ser verdaderos elixires y una prueba es la birria de chivo. Aunque no sea un platillo típico de la Ciudad de México, los capitalinos la hemos arropado con cariño al punto de contar con birrierías bastante respetables como Michoacaníssimo. En este restaurante cuidan tanto su birria, que prácticamente es lo único que ofrece su carta. Claro que tienen algunos extras como quesadillas y órdenes de aguacate. La birria se sirve con maciza, surtida o en taco. Las tortillas a mano son enormes y los tacos también. Si te acabas tu consomé puedes pedir refill sin costo extra. ¡Y también tienen buena cerveza de barril!
Dónde: San Valentín 866, Pedregal de Santa Úrsula
Abre de lunes a domingo de 8am a 6pm
Pozole blanco en Los Tolucos
En los rumbos de la colonia Algarín se encuentra una institución pozolera llamada Los Tolucos. Aquí lo mero bueno es el pozole blanco estilo Tixtla, cuyo suculencia ha mantenido abierto a este restaurante por casi cuarenta años.
¿Con que vas a querer tu pozole? Hay maciza, surtida, cueritos, lengua, oreja o trompa. Así es, aquí el pozole te lo surten con carnitas, la otra especialidad de la casa que le compite al tú por tú con los mejores changarros de carnitas en la ciudad. Por supuesto, si además tienes antojo de tacos de carnitas, pero no quieres perderte el pozole, puedes pedirte un plato chico para hacer huequito y seguirte de filo con los tacos. Por cierto, llega con tiempo y sin morirte de hambre porque a veces hay que esperar un poco.
Dónde: Juan E. Hernández y Dávalos 40, Algarín.
Abre de lunes a domingo de 10am a 9pm
Caldo de camarón en Canto de Sirenas
Entre los caldos favoritos de la Ciudad de México no pueden faltar los caldos de mariscos y sobre todo el caldo de camarón. Es un platillo consentido a la hora de curar crudas y los expertos en la materia son, sin duda, los cocineros y cocineras del Canto de Sirenas.
Esta marisquería ya tiene más de sesenta años alivianando el antojo de mariscos de los capitalinos. Empezó como un pequeño negocio familiar de pescados fritos, cuyos clientes más asiduos eran los trabajadores de Luz y Fuerza del Centro. Con el tiempo prosperó y hoy ofrecen no solo excelentes caldos de mariscos sino portentosos ceviches y muchas otras especialidades de la costa. Pero si nos atenemos al menú sopero, hay bastante de donde escoger: caldo de almeja, caldo de pescado, caldo de camarón, caldo de mariscos y caldo de jaiba. ¡Provechito!
Dónde: Atzayacatl 89, Tlaxpana (antes Santa Julia).
Abre de lunes a domingo de 8am a 9pm
¿Qué otros caldos icónicos de la ciudad crees que valga la pena visitar? No seas come solo y comparte tus recomendaciones.