México es mucho más que mariachis, tequila, guacamole y tacos. Con más de un millón de kilómetros cuadrados, nuestro país tiene una enorme diversidad cultural, de lenguas y de paisajes. Desde las selvas húmedas hasta los desiertos más secos y desde el mar hacia la sierra, ¡México es sorprendente y maravilloso!

 

1. Las Pozas, Xilitla, San Luis Potosí.

En la década de los 40, los montes verdes y sus ojos de agua inspiraron al artista inglés Edward James para crear un jardín al estilo Gaudí, pero en el bosque subtropical. Este es un lugar mágico, un paraíso que resguarda cascadas y pozas de las que surgen esculturas que se elevan hacia el cielo. A poco más de tres décadas desde su construcción, Las Pozas se ha convertido en la interpretación de James del mismísimo Jardín del Edén.

 

2. Desierto de Altar, Sonora.

En la frontera con Arizona, la Reserva de la Biosfera de El Pinacate y el Gran Desierto de Altar es un sitio de más de 7.100 kilómetros cuadrados, inscrito en la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO por su biodiversidad. Se pueden encontrar 540 especies de plantas y 300 de animales, incluidas diversas especies endémicas en peligro de extinción, como la tortuga del desierto, el berrendo de Sonora, el borrego cimarrón o el monstruo de Gila.

 

3. El Istmo de Tehuantepec, Oaxaca.

El Istmo de Tehuantepec es la parte más angosta del territorio continental mexicano, ya que solo 200 kilómetros separan al Océano Atlántico del Océano Pacífico. Dominado por la cultura indígena zapoteca, especialmente al Sur, se compone de una sociedad históricamente matriarcal, en la que las mujeres son las encargadas del comercio, y donde son ellas también quienes entregan a sus hijos el día de su boda. El traje típico de Tehuana le debe su fama mundial a Frida Kahlo, que lo usó de manera constante durante su vida adulta.

 

4. Parícutin, Michoacán

reclamados por la naturaleza

Todos los años, miles de visitantes suben a la cima del volcán Paricutín, de 420 metros de altura. Este volcán emergió estrepitosamente en el centro de una tierra de cultivo, en 1943. El fenómeno, sin embargo, no duró mucho y el Paricutín cesó su actividad al cabo de nueve años. No obstante, dejó su huella: Las ruinas de la Iglesia de San Juan Parangaricutiro, por ejemplo, cuyas torres sobresalen desde la lava petrificada del volcán.

 

5. El Sótano de las Golondrinas, San Luis Potosí

Con su tiro de caída libre de más de 370 metros, el Sótano de las Golondrinas es la caverna más ancha del mundo, en la que fácilmente podrían caber el Edificio Chrysler o la Torre Eiffel. Cerca del poblado de Aquisimón, este abismo natural le debe su nombre a las miles de aves – la mayoría de ellas vencejos y pericos-, que salen de su abertura en un impresionante vuelo en espiral por la mañana, y se lanzan en picada por la tarde.

 

6. Cuetzalán, Puebla

Rodeado de cascadas, cuevas, bosques y plantaciones de café, Cuetzalan es un pintoresco poblado de la Sierra Norte del estado de Puebla. La Cascada de las Brisas es la atracción natural más importante. Cuetzalan es un Pueblo Mágico en el que podrás encontrar mercados de artesanías de una de las regiones indígenas más auténticas del país, y también bares increíbles, restaurantes y otros espacios para la vida nocturna.

 

7. Hierve el Agua, Oaxaca

A unos 50 kilómetros de la ciudad de Oaxaca, Hierve el Agua es una cascada petrificada que se eleva unos 50 metros por encima del valle. Estas formaciones pétreas son producto del flujo de agua saturada en carbonato de calcio y otros minerales a lo largo de miles de años. Las pozas que surten de agua estas formaciones son aptas para el nado, y los arqueólogos consideran que éstas fueron parte de un intrincado sistema de irrigación zapoteca de más de 2500 años de antigüedad.

 

8. Real de Catorce, San Luis Potosí

Pueblos fantasma de México

Foto: Rulo Luna

Lo que alguna vez fue un floreciente poblado minero, se convirtió en el Pueblo fantasma de Real de Catorce, donde habitan poco menos de mil personas. No obstante, este sitio se mantiene como un activo lugar de peregrinaje para muchos: cada primavera, los pueblos Huicholes marchan a través del desierto desde los estados de Nayarit, Durango, Jalisco y Zacatecas para llevar a cabo ritos y danzas ancestrales, mientras que miles de católicos vienen en octubre para las celebraciones de San Francisco de Asís.

 

9. Huejotzingo, Puebla

Apenas a 30 minutos de la ciudad de Puebla, Huejotzingo se ha hecho famoso por su sidra de manzana, sus frutas en conserva y su carnaval anual, en el que actores locales interpretan eventos históricos como la Batalla del 5 de Mayo. Si lo tuyo es el arte, la cultura y la arquitectura, no te puedes perder el monasterio franciscano de San Miguel Arcángel, fundado en 1525, en el que destacan sus increíblemente bien preservados frescos y claustros, lo que le ha valido la inscripción en el registro de Patrimonio de la Humanidad.

 

10. Yaxchilán, Chiapas

Si quieres sentirte como Indiana Jones, Yaxchilán es el lugar ideal para hacerlo. En el corazón de la Selva Lacandona, deberás hacer un trayecto de una hora en bote a través del Río Usumacinta para llegar a este Sitio Arqueológico maya. Trae una lámpara para poder explorar y apreciar sus rincones y recovecos, así como sus maravillosas fachadas ornamentales.

 

11. Ciudad Universitaria de la UNAM, Ciudad de México

Foto: Rulo Luna

La Ciudad Universitaria de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) podría parecer que no corresponde con el resto de sitios descritos en esta lista. No obstante, su visita no es menos merecida. Aquí podrás apreciar un increíble mural de Juan O’Gorman, en la Biblioteca Universitaria, así como el Centro Cultural Universitario y sus muchos museos. La UNAM también ha sido inscrita en la lista de Patrimonio Cultural de la UNESCO, gracias a su diseño arquitectónico y sus diversos edificios cubiertos con el arte de reconocidos artistas mexicanos, como Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Chávez Morado.

 

12. La ruta del café, Chiapas

México produce, sin duda, de los mejores cafés del mundo y estos adquieren aún mejor sabor y aroma cuando estás parado en medio de las laderas en que son cultivados. Conocer la Ruta del Café de Chiapas te lleva a hacer senderismo, ciclismo y paseos a caballo o en auto a través de las fincas Irlanda, Argovia, Hamburgo y La Chiripa. Tus aventuras pueden ser tan tranquilas o tan extremas como tú lo decidas: desde relajarte en el spa de Hamburgo hasta explorar el nebuloso bosque de La Chiripa, aprendiendo sobre los esfuerzos de preservación de la flora y fauna locales. Desde aquí, en las alturas, Tapachula es la ciudad más grande de este rincón del sudoeste mexicano.

 

13. Zacatecas, Zacatecas

Capital del estado del mismo nombre, Zacatecas es una de las diez ciudades Patrimonio Mundial mexicanas. Su sobrenombre de “ciudad con el rostro de cantera rosa y corazón de plata” remite a su gran tradición minera. Aquí hay mucho que ver, empezando por su catedral del siglo XVI – considerada uno de los mejores ejemplos del arte barroco en México-, seguida por el Palacio de Gobierno del Estado, el Congreso del Estado, el Cerro de la Bufa y su Mina del Edén, el Palacio de la Mala Noche o sus muchos museos, como la Toma de Zacatecas, Pedro Coronel, Manuel Felguérez y, por supuesto, el Zacatecano.

 

14. Cañón del Cobre, Chihuahua y Sinaloa

Más grande y más profundo que el Gran Cañón del Colorado, el Cañón o las Barrancas del Cobre une los estados norteños de Chihuahua y Sinaloa, y ofrece uno de los sitios de aventura más emocionantes de México. Aquí podrás hacer senderismo, ciclismo de montaña o paseos a caballo en plena Sierra Tarahumara. No obstante, la mejor manera de descubrir la plenitud del cañón es mediante un viaje en el CHEPE (Chihuahua al Pacífico), tren que recorre casi 700 kms a lo largo del Parque Nacional Barrancas del Cobre y desde el que podrás ver paisajes realmente asombrosos.

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Este artículo ha sido realizado en colaboración con nuestros amigos de Visit Mexico.

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