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Los 15 hostels más cool de Europa

Europa
by Matthew Meltzer 4 Sep 2018

Para algunos, esa ese extra en la palabra hostel significa la diferencia entre una habitación limpia y cómoda y básicamente revivir los días de dormitorios universitarios con gente de 14 países distintos. Los hostels, en términos de calidad, solían moverse en la escala que va de “no está tan mal” a “mejor dormir con un bate de béisbol”, pero en los últimos años han mejorado bastante.

Por todo el mundo han ido surgiendo establecimientos modernos, más del tipo boutique en muchos casos, y es bastante sorprendente lo cool que son los hostels en 2018. Ya no solo se eligen por su precio, sino también por los servicios que ofrecen, lo céntricos que están y, en general, el buen ambiente. Nuestro equipo viajó por Europa hace no mucho y encontró los 15 hostels más cool del continente.

1. Copenhaguen Downtown Hostel (Copenhague, Dinamarca)


Cuando estás en una ciudad en la que un sandwich te puede costar 15 dólares, ahorrar en comida y transporte es importante. Esto es lo que hace que este hostel situado justo al lado de los Jardines Tivoli y otros must de Copenhague sea tan especial. Nunca tendrás que recurrir a un taxi, tienen bebidas bastante baratas en su bar y, si reservas a través de su web, tienes una cena gratis. Si te aburres de estar siempre en ese bar, tienes también entrada gratis en el Rust, un club que no está muy lejos. Combina eso con tours guiados gratuitos todos los días y torneos nocturnos de futbolín y puede que te vayas de Dinamarca con más dinero del que habías planeado.

2. Oki Doki City Hostel (Varsovia, Polonia)

Los hostels ofrecen muchas experiencias que nunca encontrarías en un hotel normal. ¿Un ejemplo? Cómo hacer pierogi. Esta es solo una de las cosas que puedes aprender en este hostel a medio camino entre la zona antigua de Varsovia y la estación de tren principal: también hay pub crawls todas las noches y su equipo sabe muchísimo sobre la historia de la ciudad. La decoración de las habitaciones es moderna y colorida, con algún tributo al pasado comunista de la ciudad. Encontrarás paredes con secciones sin acaba (un estilo brutalista-chic) y habitaciones empapeladas con periódicos de los días más oscuros de Polonia.

3. YoHo Hostel (Salzburgo, Austria)

Si estás en Austria, tienes que ver Sonrisas y lágrimas (aka La novicia rebelde, aka The Sound of Music) al menos una vez, ¿no? ¿Estamos solos en esto? Si por lo que sea sientes que tienes que refrescar tu memoria sobre algunas de las cosas favoritas de Julie Andrews, en este hostel en el corazón de Salzburgo proyectan la película TODAS LAS NOCHES a las 7 en punto. Porque es austríaca (eso sí, tendrás problemas para encontrar algún austríaco que la haya visto). También porque estás en Austria, los recepcionistas te contestarán en casi cualquier lengua en la que les hables, así que nadie de tu grupo multilingüe se sentirá desplazado. La decoración es bastante austera —como un aula de guardería con muebles de Ikea–, pero la ubicación es fantástica, el bar tiene las paredes decoradas con fotos de sus clientes desde los años 80 y puedes alquilar bicis en verano.

4. Mrs. Potts Hostel (Cardiff, Gales)

Los hostels son geniales por muchas razones, pero la privacidad no es una de ellas. Y este quizá sea el punto fuerte de este hostel situado en la calle St. Mary: cada cama (en sus literas) tiene cortinas que puedes cerrar para no tener que ver a todo el mundo en la habitación llegar a altas horas o irse temprano. Su ubicación también supera a la de cualquier otro hostel en Cardiff: está a un paseo corto del castillo, el Principality Stadium, el Museo Nacional y muchos teatros. Aunque sigue siendo un hostel, es tan cálido y acogedor como la tetera animada que le da nombre. Si valoras la privacidad y la hospitalidad, Mrs. Potts es tu hostel en Cardiff.

5. Generatior Hostel Venice (Venecia, Italia)

La cadena de hostels Generator está dejando huella en Europa con su reinvención creativa de espacios antiguos, convirtiéndolos en alojamientos chic y de tendencia. Quizá el mejor de todos sea este situado en una antigua fábrica de ladrillo, donde cada habitación tiene unas vistas fantásticas. Algunas dan al Gran Canal, otras a los jardines palaciegos del hostel, y otras a San Marcos a través del agua. Y ninguna da a paredes de ladrillo o aparcamientos. El interior es de ladrillo descubierto y vigas en el techo, haciendo que sea fácil adivinar la historia del edificio. No es el hostel más barato del continente —las habitaciones dobles son a partir de 60 euros—, pero en comparación con el resto de la ciudad, sigue siendo bastante buena opción.

6. Czech Inn Hostel (Praga, República Checa)

Czech Inn Hostel Praga

Foto: Czech Inn Hostel/Facebook

Este hostel en un barrio residencial de moda de Praga es el tipo de lugar en el que nada más asomarte piensas: “¿es esto de verdad un hostel?”. Las habitaciones tienen muebles modernos (pero acogedores), almohadones enormes, sábanas limpias y cabeceros del mismo color que los cojines. Sí, los cojines son ahora comunes en los hostels. Hay también un bar en el piso de abajo, cool y oscuro y con bebida muy barata. Aunque no estás en el centro, vale la pena explorar el barrio y hay un tranvía justo en la puerta que te lleva al centro en 15 minutos.

7. Hostel Ruthensteiner (Viena, Austria)

Hostel Ruthensteiner Viena

Foto: Hostel Ruthensteiner/Facebook

Este oasis mochilero en el corazón de Viena lleva siendo un hostel desde antes de que los hostels estuviesen de moda: abrió en 1968 y asegura ser el primer hostel mochilero independiente de la ciudad. Pero no dejes que su edad te engañe: ha sido rehabilitado en su totalidad durante los últimos años y presume de nuevo piso de madera; marcos de cama nuevos y habitaciones frescas y luminosas. En el área común hay instrumentos musicales por si eres el tipo de persona a la que le gusta impresionar a gente de todo el mundo con versiones de Dave Matthews. Si te gusta cocinar, en la cocina tienes plantas aromáticas a tu disposición para que cualquier cosa que hagas sea casi cocina “de la granja a la mesa”. Podrás comer tu creación en el jardín.

8. Patio Hostel (Bratislava, Eslovaquia)

Es posible que Bratislava, la capital eslovaca, sea la última ciudad europea barata. Y este increíblemente económico hostel está a dos pasos de todo lo que la ciudad tiene que ofrecer. Pero no es solo fantástico por su precio y ubicación: las paredes de las habitaciones están decoradas en colores pastel con siluetas y bocetos de todo, desde vida marina hasta muebles imaginarios. Algunas incluso tienen hamacas (¡además de, no en lugar de las camas!). En verano hay barbacoa todas las noches, pero, si no es lo tuyo, hay también una cocina en cada planta para que cocines lo que quieras. O puedes simplemente beberte la cena en el nuevo y estiloso bar, pero posiblemente sea mejor idea pasar por la barbacoa antes.

9. Franz Ferdinand Hostel (Sarajevo, Bosnia)

Si has nacido después de 1980 es posible que lo único con lo que relaciones Franz Ferdinand sea con un grupo de música. Y es posible también que muchos de los visitantes de este hostel se sientan algo decepcionados al principio, cuando descubran que en vez de oír Take Me Out en bucle, lo que vivirán en el hostel es una lección de historia sobre la inspiración del nombre del grupo, el archiduque Franz Ferdinand, cuyo asesinato desencadenó la Primera Guerra Mundial. En todas las habitaciones hay grandes murales fotográficos que ayudan a contar cómo fue este momento clave de la historia, colocados en estancias blancas y espaciosas con una decoración limpia y moderna y camas tipo cápsula empotradas en la pared. Está a unos pocos minutos del casco antiguo de Sarajevo; para una lección de historia que también parece un hotel boutique, posiblemente este sea el mejor lugar de Europa.

10. Maverick Hostel Budapest (Budapest, Hungría)

Cuando los miembros de la dinastía de los Habsburgo construyeron esta mansión en el corazón de Budapest, posiblemente nunca imaginaron que un día acogería a viajeros jóvenes en busca de un lugar barato en el que alojarse. Pero si hay una cosa que sabe Budapest es que los tiempos cambian. Ahora esta mansión histórica es uno de los hostels más impactantes, arquitectónicamente hablando, de Europa. Tiene de todo, desde diseños clasicistas a art-nouveau, pasando por el gótico, con su gran escalera en espiral y ventanas altas y majestuosas en todas las habitaciones. Hay hasta sillas de época (falsas, te puedes sentar sin miedo) en las zonas comunes y los dormitorios, lo que hace que el hostel parezca un hotel histórico. En el Maverick, además, no hay ni una litera, por lo que nunca te tendrá que preocupar pisar a un extraño cuando vas a dormir. Una forma más de rendir homenaje a la elegancia y clase que buscaban sus diseñadores.

11. ArkaBarka Floating Hostel (Belgrado, Serbia)

Arkabarka Hostel

Foto: Arkabarka Hostel/Facebook

Esta enorme casa de madera que flota en el Danubio en el Parque de la Amistad de Belgrado es el primer hostal de juventud construido por completo en el agua. Su diseño limpio hace que parezca la casa-barco de algún billionario tecnológico de Seattle, pero en cuanto entres te darás cuenta de que su ambiente es mucho más cool. Las paredes del lobby-bar están pintadas a mano de colores vivos que recuerdan a un bar de surf en México o a una cantina frente al océano. El parque está lleno de runners, patinadores y gente que pasea a su perro, lo que hace que el hostel dé la sensación de estar en un ambiente más sano que los que están en el centro de la ciudad. Muchas de las habitaciones tienen vistas al agua y puedes disfrutar del desayuno en la terraza.

12. Chillout Hostel (Zagreb, Croacia)

El premio a la originalidad en el diseño de literas tiene que ir para este hostel en el centro histórico de Zagreb. Muchas de las habitaciones son de pared de ladrillo gris falso a la vista, lo que les da un toque industrial y hace que las literas recuerden a una celda de la Guerra Fría. Afortunadamente, la parte de arriba de las literas está decorada con un mural que parece un agujero hacia el resto del mundo, convirtiéndolas en una obra de arte además de una cama. En Chillout hay también un bar de cócteles muy cool y un restaurante, njummy, en el que probar comida tradicional croata sin tener que salir del hostel.

13. Sunflower Beach Backpacker (Rimini, Italia)

El Sunflower Beach está a unos 150 metros de la arena, a los camareros les encanta servir chupitos directamente en la boca y nadie aquí tiene la intención de dormir. El hostel es una fiesta en la playa continua si vas en verano, pero no significa que sea un mal lugar en el que quedarse: las habitaciones están limpias y son coloridas, los muebles nuevos y los baños están bien cuidados. Es decir, si buscas una fiesta en la playa que funcione también como hostel, este es tu lugar.

14. Ostello Bello (Milán, Italia)

Milán es otra de esas ciudades en las que sientes que ya has gastado 100 euros antes de tomarte tu primer espresso. Para los viajeros con presupuesto ajustado, este hostel en el centro de la ciudad, en Via Medici 4, es una bendición. No solo consigues una habitación limpia y cómoda por menos de lo que te cuestan unas cervezas en buena parte de Milán, sino que además tienes desayuno gratis, tours gratuitos, wifi gratis, excursiones gratis a museos y comida gratis en la cocina. Con tus gastos en comida y alojamiento muy reducidos, podrás gastar un poco más explorando la ciudad. Su precio es una de las razones por las que Ostello se ha convertido en un favorito entre los viajeros, llevándose el premio a Mejor Hostel Italiano de Hostelworld en 2017.

15. Balmer’s Herberge (Interlaken, Suiza)

Balmers Hostel

Foto: Balmers Hostel/Facebook

En la capital suiza de la aventura alpina no es tan importante que los hostels ofrezcan un alojamiento perfecto como que proporcionen un lugar en el que continuar la aventura. Balmer’s ofrece tienda exterior para hacer glamping, un biergarten y un club propio en verano. Es como una semana de esquí a un precio nada disparatado (para ser Suiza), un lugar al que los viajeros jóvenes van tanto a divertirse en fiestas como a esquiar, hacer mountain bike, barranquismo o escalar en un rocódromo. Las habitaciones son sencillas, literas de metal con mantas de cuadros y paredes cubiertas en madera, pero la idea aquí es pasar el menor tiempo posible en la habitación.