En los últimos días, el Instituto Nacional de Antropología e Historia informó el hallazgo de cientos de piezas pertenecientes a la cultura maya (incensarios, braseros, metates, vasijas, malacates y molcajetes), a dos kilómetros del templo de Kukulcán, en Chichén Itzá. Se trata de un conjunto de siete ofrendas en la cueva de Balamkú, o “la cueva del jaguar”, cuyo contenido dataría del año 1000 de nuestra era.
El hallazgo más sorprendente está compuesto por unos incensarios con grabados de Tláloc, la deidad nahua de la lluvia. El cómo llegó este dios desde el centro de México hasta Yucatán es aún una incógnita que esperan revelar pronto, pero hoy quiero hablarte de lo que sabemos hasta ahora del lugar donde fueron hallados estos objetos.
Crédito: Karla Ortega, GAM