Photo: Authentic Travel/Shutterstock

Cuáles eran los 5 paraísos después de la muerte en el mundo mexica

México
by Xiu 12 Nov 2018

A diferencia de la cosmovisión cristiana, que cree en un cielo, un infierno y un purgatorio como lugares de destino para las almas que abandonan este plano terrenal, los mexica -antes de la invasión española-, creían que había cinco posibles destinos donde uno podía dar descanso a su existencia.

A ninguno de estos sitios iba uno a sufrir o condenar su alma sino, al contrario, después de despertar de este sueño llamado vida, era el lugar destinado al descanso eterno. A continuación te cuento sobre cada uno de ellos para que te vuelvas a enamorar de la cosmovisión mexica:

1. Mictlán

Mictlán se traduce como “lugar de los muertos” y es el sitio donde reinaba Mictlantecuhtli junto a su pareja Mictecacihuatl. Es donde iban aquellos que morían naturalmente o por una enfermedad común y, para completar el descenso, se llevaba a cabo una travesía de cuatro años en la que había que cumplir con nueve pruebas llenas de obstáculos.

2. Tlalocan

Tláloc se traduce como “licor de la tierra”, así que Tlalocan se podría traducir como el “lugar del licor de la tierra”. Ahí descansaban los que morían a causa de un rayo, ahogados o aquellos víctimas de la lepra o de cualquier enfermedad relacionada con líquidos. En este lugar gobernaba Tláloc, siempre era verano y se mantenía verde con abundantes alimentos.

3. Tonatiuichan

Se puede traducir como “hogar del sol” y este es el lugar donde moraban los guerreros caídos en batalla y las mujeres muertas en parto, pues también eran consideradas a la altura de un guerrero muerto “al filo de obsidiana”.

Se describía como una extensa llanura soleada donde se reunían los guerreros. Solo podían ver al sol a la cara aquellos que su escudo estuviera agujereado por las flechas. Después de cuatro años de permanencia en el Tonatiuhichan, los guerreros y guerreras se convertían en aves y mariposas en el mundo de los vivos.

4. Cincalco

Se traduce como el “lugar del templo del máiz divinizado” y aquí descansaban los niños que fallecían en edades tiernas. Eran vigilados por Tonacatecuhtli (dios de nuestro sustento, de la fertilidad y de la creación), mientras jugaban en sus jardines.

5. Chichihuacuauhco

Se puede traducir como “lugar del árbol nodriza”. Allí iban los bebés que no lograban nacer y eran alimentados por un árbol de leche. El día que la humanidad se haya extinguido a causa del final del quinto sol, serán ellos quienes pueblen nuevamente este mundo.

Bibliografía: Bernardido de Sahagún, Historia General de las Cosas de la Nueva España.

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