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Pequeño diccionario callejero argentino-español

Argentina España
by Clara R. 6 Aug 2015

Para los españoles, los nacidos en el territorio de España pueden ser andaluces, catalanes, vascos o gallegos.

Para los argentinos, todos los nacidos en España son gallegos.

Una persona cheta es en España una persona pija.

Pero pija no es una palabra que te convenga decir en Argentina…

Aunque es bueno que un español sepa que, en Argentina, polla es simplemente la esposa del pollo.

Y que el lugar donde viven los pollos, la pollera, se usa en Argentina para decir falda.

Para un español, concha es lo que recubre al molusco del mar y también puede ser un nombre propio de mujer. Y coger es tomar.

Un argentino, en cambio, se ruboriza cuando un español dice inocentemente “A las ocho voy a recoger a Concha.”

Cuando un español coge,

un argentino agarra.

Cuando un español se corre, está siendo…mmmm ¿muy feliz?

Cuando un argentino se corre, simplemente está cambiando de lugar.

Si un español putea, está maltratando a alguien.

Si un argentino putea, está simplemente insultando.

Para mandarte al cuerno, un español te dirá que te vayas a tomar por culo.

Los argentinos preferimos no usar esta última palabra y decimos cola en su lugar.

Aunque cola, para un español, tienen los perros, los monos, las ratas y… los seres humanos de sexo masculino.

Un español no pillaría lo que quieres decir si le preguntas ¿me estás cargando?

Y un argentino no captaría tu mensaje si le dijeras ¿me estás vacilando?

Cuando un español te dice vale o venga,

un argentino te dice dale.

Un español no hace la previa, hace botellón.

Y si se pasa demasiado con el alcohol, no vomita: pota.

Un español no sale vestido con jeans, remera, buzo y ojotas.

Sino que se pone vaqueros, camiseta, sudadera y chanclas.

Un español no vive en un departamento. Vive en un piso.

Pero, para un argentino, piso es lo que para un español suelo.

Si un español dice esa tía es una choni,

un argentino le responde que sí, que esa mina es re grasa.

Un nabo argentino es un pringado español.

Un tolay español es un gil argentino.

Si algo mola mogollón para un español,

está re bueno para un argentino.

Si le decís a un español que se pare, se detendría.

Un argentino, en cambio, se levantaría o se pondría de pie.

Un chaval español guapo se tira a una chica.

Un pibe argentino re fachero se la curte.

Si te pones muy insistente con un tema, un español te diría no me des la brasa…

y un argentino, no hinches.

Un español no se queda colgado: se empana.

Ni se va de joda, sino de marcha. Pero los argentinos hacemos marchas para protestar.

Alguien que ni estudia ni trabaja es para un español un nini y, para un argentino, un vago.

Porque no tiene ni curro en España ni laburo en Argentina.

Para salir rápido de un lugar, un español sale pitando

y un argentino sale rajando.

Si un argentino está a full, un español está a tope.

Un tío guay en España es un tipo copado en Argentina.

Tu grupo de amigos argentino es tu peña española.

Un argentino arregla con sus amigos y un español queda con ellos.

Y si un argentino se aburre en la salida, la considera un bodrio y se las toma.

Si un español se aburre, la considera un rollo y se las pira.

Si alguien es un forro en Argentina, eso lo hace un cabrón en España.

Y si es un capullo, es un pelotudo del otro lado del mar..

Para decirte ¡Ponele garra!, un español te diría ¡Dale caña!

Un chusma argentino es un cotilla español.

Y alguien macanudo en Argentina es majo en España.

Una cosa trucha para los argentinos es cutre para los españoles.

Si un un español va a la verdulería a comprar patata, aguacate, fresas y melocotón,

un argentino va a comprar papa, palta, frutillas y durazno.

Cuando dos enamorados se besan, se morrean en en España y transan en Argentina.

Cuando un español está jodido, un argentino está en el horno.

Un tiquismiquis en España es un finoli en Argentina.

En Argentina un pleito muy fuerte es un bardo, en España bardo es solamente un trovador medieval.

Aprenderse todas estas palabras sería para un argentino una fiaca y para un español un engorro.

A un argentino le quedaría una ensalada mental y a un español, un cacao mental.

Sería un verdadero lío. ¡Y un flor de quilombo