Las artes de hilar, tejer y bordar han sido predominantemente labor femenina y han representado el colectivo de sueños y la cosmovisión de las culturas a las que pertenecen su artesanas. La creación y el ciclo de la vida contados a partir de una hebra de hilo, de una primera puntada y de un diseño primigenio.
Cada grupo indígena confecciona y decora su huipil de manera característica. Algunos se distinguen por el tejido, otros por los colores empleados o por el adorno que llevan. El huipil distingue a quien lo porta, permite reconocer la comunidad a la cual se pertenece y sus diseños representan símbolos mágicos-religiosos-cósmicos, lo cual refuerza la identidad comunitaria y la cultura de una región en particular.