Las noticias pueden descubrirnos lugares en los que nunca habíamos pensado. Noticias que en general no tienen nada que ver con el turismo, pero que nos despiertan la curiosidad sobre rincones y pequeñas localidades en las que de pronto ha pasado algo o cuyos habitantes han hecho algo que las llevan a titulares de todo el país y, a veces, el mundo. Estos son los lugares de Galicia que han aparecido en periódicos y telediarios en los últimos años. Y todos tienen mucho que ofrecer más allá del hecho puntual.
1. Pontevedra: la ciudad sin coches
Nuestro último motivo de orgullo gracias a un artículo de The Guardian (aunque nunca superará lo las Cíes como mejor playa del mundo): Pontevedra aparecía calificada de paraíso por la iniciativa que ha convertido casi todo su centro en peatonal. Una ciudad en la que los niños y las niñas pueden correr por la calle sin que sus padres tengan que estar constantemente preocupados por los coches, en la que la movilidad (del peatón) sea universal. Pasear por Pontevedra, saludar a Valle Inclán y cenar de tapas por la zona vieja es siempre un placer. Sin coches, más.
2. Narón (A Coruña): el pueblo que adelgaza junto
Desde enero de este año Narón es un pueblo de vida saludable. Una ambiciosísima iniciativa del ayuntamiento (aprobada por unanimidad, que es algo muy complicado) busca mejorar la salud de todo el pueblo (de 40.000 habitantes) promoviendo un estilo de vida sano a través del deporte, la alimentación y la educación. Dietas personalizadas desde el centro de salud, vecinos que salen a caminar juntos por la mañana, restaurantes y tiendas concienciados, propuestas deportivas, organización de rutas, charlas sobre nutrición y deporte también en los colegios… Los 4000 vecinos con sobrepeso apuntados a la campaña han adelgazado una media de 2,5 kg al mes y ya han recibido un premio europeo. Además de comer sano y hablar con los vecinos, en Narón puedes visitar el monasterio de San Martiño de Xuvia, del siglo XVIII; ver el molino de Xuvia, de los más importantes del país en el siglo XIX; o aprovechar y hacer una ruta de senderismo siguiendo el río Xuvia.
3. Castro Caldelas (Ourense): de los pueblos más bonitos
Para formar parte de la Asociación de los Pueblos más Bonitos de España, nacida en 2011, hay que cumplir una serie de requisitos: tener menos de 15.000 habitantes y patrimonio arquitectónico o natural certificado. Y ser bonito, claro, algo que valora la asociación antes de admitir un nuevo miembro. Desde diciembre de 2017, Castro Caldelas es uno de esos pueblos. ¿Qué ver? Su casco histórico, conjunto histórico-artístico desde 1998, muestra todavía su trazado medieval, con calles y casas de piedra. Está en lo alto de una colina sobre el río Edo, tiene por supuesto un castillo y se come muy bien.
4. Mondoñedo (Lugo): otro pueblo bonito
Castro Caldelas no es el único pueblo gallego en la Asociación de Pueblos Bonitos: también desde hace unos meses está Mondoñedo, donde destaca su catedral, patrimonio de la Unesco desde 2015. Alrededor de ella, un casco viejo lleno de edificios históricos: palacio episcopal, el Real Seminario Conciliar de Santa Catalina (siglo XVIII), la Fuente Vieja (siglo XVI), el Consistorio Viejo (siglo XVI)… Es además donde nació el escritor Álvaro Cunqueiro, cuya casa-museo abrirá dentro de poco.
5. Oleiros (A Coruña): el pueblo con una rotonda dedicada al Che
Una de las rotondas de Oleiros tiene una enorme escultura del Che Guevara (la avenida en la que se encuentra lleva su nombre), y hay calles dedicadas a Simón Bolívar y a Karl Marx. La razón de esto es Ángel García Seoane, Gelo, alcalde desde 1983 y líder del partido independiente de izquierdas Alternativa dos Veciños. Pero lo más curioso es que los vecinos de Oleiros, el municipio más rico de Galicia, son de derechas y votan al PP en elecciones autonómicas y generales. Es decir, ir vale la pena aunque sea solo para entablar conversación con alguno de los vecinos y preguntarles qué les gusta tanto de Gelo. Además, visita el castillo de Santa Cruz, recorre algún paseo marítimo y vete a la playa, claro.
6.Viveiro (Lugo): pesadilla en el convento
Se pudo seguir en la prensa autonómica y local casi como la trama de una serie (una serie que esperamos que alguien haga, por cierto): las cosas no iban bien entre las monjas del convento de clausura de Valdeflores, situado a las afueras de Viveiro. Aunque todo salió a la luz el año pasado, fue en 2015 cuando tres de las monjas más jóvenes abandonaron el convento (parece ser que había dos bandos desde hace años). Esas tres pertenecían a uno de los bandos y, cuando el año pasado una volvió de forma imprevista, la situación estalló y llegó a los medios. Volvió a marcharse en enero y a principios del verano se fueron las seis monjas que quedaban (a Cangas de Narcea). Las tres primeras fugadas quieren volver, pero de momento Valdeflores está cerrado. Y mientras pasaba todo esto, desaparecieron además dos códices del siglo XIV, que al final resultaron ser cantorales del siglo XVIII que simplemente habían sido cambiados de sitio. Vale la pena ver el monasterio, del siglo XIV. Además, pasea por el casco antiguo de Viveiro, de origen medieval, y vete a ver O avó en el bosque Souto da Retorta, el eucalipto más grande de Europa (pero recuerda que los eucaliptos no nos gustan).
7. Ferrol (A Coruña): en busca de Banksy
Al final resulta que el mural de dos guardias civiles besándose aparecido una mañana en un muro «reservado para Banksy» no es obra suya, pero no por eso deberíamos borrar Ferrol de nuestra lista. Gracias a la iniciativa del artista Eduardo Hermida, que en 2008 propuso a distintos artistas callejeros pintar meninas en las calles el barrio de Canido (muy sacudido, como todo Ferrol, por la crisis), en estos diez años el barrio se ha convertido en destino de aficionados al street art de todo el mundo, especialmente durante los días de septiembre en los que se celebra el evento. Este año había una pared reservada para Banksy, pero al final no fue. En Ferrol, además, tienes que ver el barrio de la Magdalena con sus casas con galería y toda la arquitectura modernista que esconde la ciudad.
8. Aceredo (Ourense): el pueblo sumergido
En realidad lo mejor sería que no lo pudieras ver nunca, porque Aceredo, el antiguo, solo se puede ver cuando hay sequía. Esta aldea dijo adiós a principios de 1992, cuando quedó sumergida bajo un embalse. El año pasado pudo por primera vez volver a verse casi seco del todo, ya que el nivel del agua descendió a extremos nunca vistos. Aunque no haya sequía —y mejor si es así—, la zona de Aceredo no es un mal lugar por el que pasear: está en la sierra do Xurés, reserva de la biosfera, en la frontera con Portugal. Puedes hacer senderismo y ver mucho patrimonio cultural y restos romanos.
9. Camelle (A Coruña): el pueblo solidario
Cuando el año pasado vecinos y asociaciones de Camelle se unieron para comprar y rehabilitar una casa para la brasileña Tatiana Alves, cuyo marido, del pueblo, acababa de morir de forma inesperada, muchos pensaron en otro momento en el que la aldea acogió a otro extranjero: el alemán ermitaño y artista Man, que llegó en 1961 y vivió su extravagante vida solitaria junto al mar hasta que murió de tristeza tras la tragedia del Prestige. Una visita a Camelle y lo que queda de su museo es siempre imprescindible.
10. Vigo (Pontevedra): el alcalde hipérbole
Duele un poco, pero Vigo es viral cuando Abel Caballero, ilustrísimo alcalde o amado líder, reta al mundo. La última ha circulado por redes sociales y Whatsapp hasta llegar incluso a Buenafuente. Tendrá Vigo en 2018 las mejores luces de Navidad del mundo, algo que, según Caballero, no deja dormir a los alcaldes de Nueva York y Londres, entre otros. También nos (como viguesa de adopción tengo que usar esa primera persona) ha hecho llegar a titulares nacionales gracias a iniciativas como Dinoseto o poner un barco en una rotonda. Pero venid igual, si hay algo en lo que Abel no se equivoca es en que Vigo está muy bonito. Y se come muy bien y tenemos barcos a las Cíes.
11. Fisterra (A Coruña): el pueblo en el que no se muere nadie
Netflix fue quien recordó hace poco que en el cementerio diseñado por el arquitecto César Portela y construido en el año 2000 sigue vacío (aunque durante un tiempo un peregrino se instaló en un nicho «por las vistas»): lo hicieron en una promo para la serie Altered Carbon bromeando un poco con el hecho de que ningún muerto haya sido enterrado ahí. Puedes ir hasta el Monte do Cabo para mirar hacia el mar y, por supuesto, ir hasta el cabo de Fisterra y creer que de verdad ahí se acaba el mundo.
12. Viana do Bolo (Ourense): el pueblo al que plagió Dolce & Gabbana
La colección de la temporada primavera-verano 2018 de Dolce & Gabbana incluía unos estampados muy originales… pero que a la vez sonaban familiares. En Viana do Bolo tenían clara cuál había sido la inspiración y era evidente una vez que comparabas: los trajes de los boteiros, figura tradicional del Entroido de la localidad. Como todo lo tradicional no tiene derechos de autor, algo que aprovechan a menudo las firmas de moda llenando las prendas de motivos étnicos que descubren por el mundo, pero no estaría de más reconocer dónde te has inspirado, ¿no? El carnaval (entroido) de Viana do Bolo y el de Vilariño de Conso (al lado, también con boteiros) es de los más especiales de Galicia, así que si vas por allí, intenta que te coincida en pleno Entroido.
13. Rianxo (A Coruña): el pueblo demandado por Israel
La noticia es de este verano y es bastante rara: el Estado de Israel lleva a juicio al Concello de Rianxo. ¿Qué ha hecho un municipio de 11.000 habitantes para llamar la atención de Israel? Muy sencillo: aprobar una moción para boicotear los productos israelíes en Rianxo y mostrar así su apoyo al pueblo palestino. Es una excusa como otra cualquiera para visitar el lugar en el que nacieron tres de los literatos gallegos más importantes: Castelao, Dieste y Manuel Antonio. A orillas de la ría de Arousa, es una localidad tranquila en la que puedes, entre otras cosas, ver el hórreo más largo de Galicia.
14. Allariz: el pueblo que fue un milagro
Allariz fue noticia a finales de siglo (XX) cuando se empezó a hablar de su milagro. Y no era que se hubiese aparecido una virgen ni nada así: simplemente pasó de ser una localidad empobrecida y que se caía un poco a trozos a uno de los pueblos más bonitos de Galicia gracias a un proyecto de rehabilitación urbanística centrado en la conservación del patrimonio desde un punto de vista sostenible que lleva más de 20 años llevándose premios e inspirando tesis doctorales. Hoy su casco histórico es una especie de museo y centro comercial al aire libre, con tiendas de diseñadores (con precios de descuento) mezcladas con tiendas de artesanía y delicatessen locales. Una delicia.
15. Islas Cíes (Pontevedra): la mejor playa del mundo
Acabamos como empezamos: con The Guardian haciendo que nos llenemos de orgullo y dándonos algo de lo que presumir por el mundo desde 2007. Fue entonces cuando publicaron una lista de mejores playas del mundo y la primera eran las islas Cíes. ¿Que han publicado más veces esta lista desde entonces sin mencionarnos? Nadie tiene por qué saberlo. La lista importante es la de 2007. Y si vas a las Cíes, seguro que les das la razón.