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Queridos viajeros: por favor, comprendan estas 9 cosas antes de venir a Chile

Chile
by Dani Paz Ibaceta 19 Jun 2016

1. Los años bajo el régimen de Pinochet son un tema sensible que no debe ser mencionado a la ligera… ni siquiera al elegir términos como “dictadura” o “gobierno militar”.

La política es uno de los temas que puede dividirnos actualmente en Chile. Si bien hay personas que no se identifican con partidos políticos, la mayoría se divide en izquierda o derecha. Desde el 11 de septiembre de 1973, la división es a favor o en contra del golpe de Estado dirigido por Augusto Pinochet que derrocó a Salvador Allende, el primer presidente socialista elegido por voto popular en la historia de la humanidad. Dictadura o gobierno, este hecho dividió al país en dos. Si bien este período duró hasta 1990, en la actualidad sigue siendo un tema sensible para la sociedad chilena. Primero, porque durante este período ocurrieron numerosas violaciones a los derechos humanos, dejando un registro de 28000 personas torturadas, más de 2200 ejecutados y 1209 detenidos desaparecidos. Y segundo, porque fueron muchos los chilenos que apoyaron los procedimientos militares ignorando o en peores casos, justificando la violencia hasta el día de hoy, llamando “resentidos” a los familiares que aún buscan justicia.

Si no quieres generar tensión entre tus amigos chilenos, es mejor abordar este tema con cuidado y respeto. Cada persona tendrá argumentos fuertes y los defenderá.

Si quieres aprovechar tu visita y conocer mejor esta historia, puedes visitar el Museo de los Derechos Humanos, Villa Grimaldi, Pisagua y el Estadio Nacional.

2. Los conflictos territoriales y socio-económicos iniciados por la conquista española continúan hasta el día de hoy.

Antes de la llegada de los españoles, al igual que los países vecinos, el territorio chileno estaba poblado por diversos pueblos indígenas. Aymaras, quechuas, chonos, selk’nam, entre otros, habitaban el territorio que hoy forma nuestro país. Con la conquista europea muchos de estos pueblos fueron sometidos y anulados, siendo el pueblo mapuche el que mejor resistió y soportó la invasión.

A lo largo de la historia de Chile, los mapuches han luchado por recuperar las tierras que fueron usurpadas, primero por los conquistadores y luego por el Estado chileno, conflicto que se mantiene hasta el día de hoy en el sur de Chile.

La Araucanía es un territorio de belleza única, con lagos, ríos, bosques de araucarias y saltos de agua que no te arrepentirás de conocer, pero puede que muchos te adviertan de lo “peligroso” que es a causa del conflicto mapuche. Los medios de comunicación bombardean con noticias de atentados a casas o camiones forestales culpando a mapuches, mientras que se cuestiona la forma de enfrentar (o no) sus demandas.

Nuestro consejo es visitar la Araucanía con respeto, curiosidad y sin miedo, dispuestos a conocer su propia historia, tradiciones, ritos, comidas y visión. Seguramente será una experiencia inolvidable.

3. Somos un país de extracción y no de conservación. Tú puedes aportar valorando los paisajes de manera no extractiva.

Chile es un país con una gran diversidad de recursos naturales, lo cual ha sido la base de nuestra economía desde los inicios de nuestra existencia. La extracción de estos recursos trae consigo grandes conflictos ambientales y esto nos duele a diario. La minería en el norte contamina el agua y el aire, las forestales en el sur alteran los ciclos naturales e invaden los territorios, la industria del salmón en los fiordos de Chiloé contaminan con fecas el fondo marino, subiendo la temperatura del agua y afectando a especies nativas. Además, la necesidad de generar más energía para las industrias amenaza con modificar los cauces de los ríos de la Patagonia.

Este constante crecimiento económico es defendido por algunos y criticado por otros, ya que se buscan resultados a corto plazo, desprotegiendo nuestros ecosistemas y descuidando la flora, la fauna y los habitantes locales.

Tu pequeño aporte es ser responsable con el turismo al que accedes: respeta las zonas protegidas y ayúdanos con tu ejemplo. Consume productos locales, visita los refugios naturales y cuida los lugares que recorres como si fueran tuyos. Estamos en un proceso de cambio: somos muchos los que estamos buscando alternativas a esta economía y necesitamos todo el apoyo posible para defender y respetar lo que es de todos.

4. Chile no es solo Santiago, Valparaíso y Torres del Paine.

Tenemos la suerte de tener un país largo y angosto en el que cabe el desierto más seco del mundo, y en contraste, una de las reservas de agua dulce más importantes del mundo. Es cierto que tienes que conocer las Torres del Paine por sus paisajes y aventura, o Valparaíso por su arquitectura, arte y color, o Santiago por la vida urbana que acoge… pero Chile es mucho más que eso.

En Chile puedes pasar días completos tratando de abarcarlo todo, pero será una misión difícil de lograr. Puedes recorrer el altiplano y admirar la belleza Andina, recorrer sus playas y disfrutar de las mejores olas, puedes disfrutar de los geisers del Tatio y su ecosistema, puedes ser testigo de las fiestas costumbristas con bailes y tradiciones. También puedes recorrer pueblos típicos y ver el trabajo de artesanos frente a tus ojos, pasear por los mejores viñedos de la zona central, ir a contar iglesias a Chiloé, o darte una vuelta por los fiordos en busca de delfines, toninas y ballenas. De igual manera, puedes pasar la tarde entera en las termas del sur, contemplar los moais de la Isla de Pascua, conocer los mayores glaciares de Latinoamérica, ir en búsqueda de huemules y pumas y probar cada día una comida diferente. Incluso puedes llegar al poblado más austral del mundo en Puerto Williams y cruzar a la Antártica… Y aún así, sentirás que te faltó tiempo para conocerlo todo.

5. Se nos hace necesario salir de fiesta y distraernos, porque necesitamos olvidarnos del estrés del trabajo.

Durante la semana quizás te cruces con algunos trabajólicos que caminan apurados por las calles con su celular en mano y cara de angustia, o escuches bocinazos frecuentemente en las calles. Es que para muchos, la semana laboral puede ser muy estresante, tanto que según la OMS tenemos una de las cifras más altas de depresión, llegando a un 17%. Esto puede relacionarse directamente a que confiamos en que lo más importante es ser parte del sistema: trabajar y generar ingresos se ha transformado en el motor de muchos chilenos.

Es por esto que cuando llega el fin de semana nos lanzamos a “carretear” con todo lo que tenemos, ya que salir de fiesta se transforma en el único momento de la semana donde podemos liberarnos del peso laboral y estar con nuestros amigos. El domingo se transforma en el día oficial para estar en casa, ya sea pasando la “caña” (resaca) o disfrutando a la familia. Así recargamos las pilas para el odiado lunes.

6. Tampoco deberías opinar ligeramente sobre el tema de la salida al Mar para Bolivia.

Una de las guerras más importantes de Chile ocurrió en 1879 enfrentándose a Bolivia y Perú: la llamada “Guerra del Pacífico”. Luego de varios años de enfrentamiento y debido al avance de las tropas chilenas, Bolivia y Chile firmaron un tratado de Paz y Amistad en 1904, donde se estipula que Bolivia perdió 120.000 kms cuadrados de territorio y 400 kilómetros de costa, en lo que hoy es la segunda región de Chile, a cambio del compromiso de Chile para aplacar esta pérdida construyendo un ferrocarril Arica – La Paz y abriendo el libre tránsito de mercadería para Bolivia en territorio chileno.

En la actualidad este conflicto ha tensado las relaciones con el país vecino ya que Bolivia demanda acceso al mar que perdió durante la guerra, argumentando que Chile no ha cumplido lo estipulado en el pacto. El conflicto aún no se resuelve y está siendo considerado en tribunales internacionales, pero la tensión es evidente entre chilenos y bolivianos.

El tema es mucho más sensible en el norte del país, ya que hay un alto número de inmigrantes bolivianos. Esto genera roces y tensiones para ambas naciones, así que si no quieres quedar en la mitad de una pelea, te aconsejamos escuchar ambos argumentos con la mente abierta.

7. En Chile experimentarás centralismo… aún si es un país sin centro.

Si nuestra geografía nos ha regalado diversidad en altas cantidades, nos ha regalado centralismo en la misma proporción.

La frase “Santiago no es Chile” es una de las más utilizadas para hablar del problema, ya que son muchas las regiones que no cuentan con los servicios básicos debido a su ubicación geográfica o a la dificultad en los accesos. Una de las regiones más aisladas es la región de Aysén, ya que para llegar a ella es necesario tomar dos ferries, cruzar kilómetros de ripio y caminos de tierra, o cruzar por Argentina con caminos complicados.

Muchas veces es común ver escasez de alimentos, déficit de atención en salud, o pocas alternativas de educación. Incluso verás pocas opciones de alojamientos, supermercados o tiendas de servicio. Esto mismo hace que los precios encarezcan a medida que te alejas de Santiago, lo que hace que la vida sea mucho más cara en estas regiones.

Si te encuentras en una situación en la que necesitas atención o algún servicio que no se ofrece, te aconsejamos que sigas las soluciones de las personas locales, lo que muchas veces se traduce en viajar a los países vecinos, como Argentina, Perú o Bolivia en búsqueda de soluciones más rápidas y económicas.

8. Somos solidarios pero desconfiados.

Si llegas a estar en Chile cuando ocurre algún tipo de desastre, te darás cuenta del poder de organización y ayuda que podemos brindar entre nosotros mismos. Cada vez que han ocurrido terremotos, tsunamis, erupciones de volcanes, lluvias intensas o aluviones, somos capaces de juntar hasta el más mínimo peso para enviar ayuda. Nos organizamos entre amigos y vecinos para crear eventos solidarios y aunque aleguemos de que esto es algo que deberían hacer las autoridades, lo hacemos con gusto y nos enorgullece. Por ejemplo, la teletón es un evento que ocurre cada año donde se busca recaudar dinero para la construcción y mantención de centros de rehabilitación infantil. Durante las “48 horas de amor” los chilenos han logrado sobrepasar la meta propuesta cada año, y durante el 2015 se recaudaron $36.126.434.717 de pesos chilenos (más de 52 millones de dólares).

Peeeero, en el día a día, solemos ser mucho más desconfiados y tendemos a ser más individualistas. Desconfiamos de las instituciones y de las personas con las que nos rodeamos a diario. Por ejemplo, es normal que contemos el vuelto o revisamos item por item los productos de una cuenta para estar seguros de que se nos esté cobrando lo justo, o preguntemos cuánto nos cobra un taxi de punto A a B antes de subirnos para que no nos sobrecarguen el pasaje. Esto ocurre en parte porque el chileno en general es “avispado” o despierto y si puede sacar provecho de una situación lo hará… aunque esto signifique quedarse con el vuelto o cobrar de más. Esto nos lleva a que desconfiemos del otro, lamentablemente.

9. Por más bellos que sean los paisajes chilenos… la mejor experiencia la tendrás si también te tomas el tiempo de conocer a su gente.

Es cierto que luego de visitarnos volverás a casa con cientos de fotografías en hermosos paisajes pero si logras salir del tour establecido conocerás el significado de la frase “y verás como quieren en Chile al amigo cuando es forastero”. Porque una vez que agarramos confianza somos capaces de generar amistad rápida e intensamente. No habrá mejor recuerdo que las conversaciones, bromas y risas que te llevarás de los asados, onces o carretes que compartas con nosotros.

Crédito imagen de portada: Nosotros Los Viajeros