A pesar de que Toledo queda a tan solo 68 kilómetros de Madrid, los toledanos tienen su propia forma de ser y de expresarse. Y a ti, todo esto de la diversidad de España te parece abrumador. Aquí hay 15 razones por las que nunca deberías visitar Toledo…

1

Será imposible decidir si te gusta más la vista del Puente de Alcántara y del Alcázar de día…

Crédito: Rodolfo Contreras.

2

O de noche. Y tú no tienes tiempo para disyuntivas estéticas.

Crédito: Rodolfo Contreras.

3

¿Ir al Mirador del Valle para divisar toda la ciudad y el río? Mejor, no. A ti te alcanza con las imágenes de Google Maps.

Crédito: Rodolfo Contreras.

4

La gente de Toledo es demasiado agradable, y hasta posará para tus fotos. Pero tú… tienes miedo de no lograr re-acostumbrarte a tus antipáticos vecinos al regresar a casa.

Crédito: Rodolfo Contreras.

5

¿Que esto es una estación de tren estilo neomudéjar, construida en 1919 y declarada Bien de Interés Cultural? ¿Y cómo podrás retornar al aburrimiento de tu estación de tren cotidiana?

Crédito: Rodolfo Contreras.

6

¿Ir a un sitio llamado “Cuevas de Hércules”? ¡Anda, bolo! Tú no estás para cuentos de Disney (ni para ruinas romanas).

Crédito: Rodolfo Contreras.

7

No sabrás si las sinagogas, las iglesias o las mezquitas son las más bellas... y ya nunca será suficiente con el pequeño templo que tienes cerca de casa.

Monasterio San Juan de los Reyes, con su espectacular arquitectura gótica.
Crédito: Rodolfo Contreras.

8

Mejor no vayas a la ciudad de las tres culturas... si apenas entiendes tu propia cultura, te harás mucho lío comprendiendo las diferencias y similitudes entre musulmanes, judíos y cristianos.

Mezquita del Cristo de la Luz.
Crédito: Rodolfo Contreras.

9

Seguramente, tú no quieres pasar una noche toledana en el antiguo “mercado de las bestias”...

La Plaza de Zocodover.
Crédito: Rodolfo Contreras.

10

No podrás dejar de mirar el espectacular interior de la Iglesia de los Jesuitas… Pero para ti, ni la arquitectura divinamente concebida se merece una contractura de cuello de tanto ver hacia arriba.

Crédito: Rodolfo Contreras.

11

En lugares como la Sinagoga de Santa María la Blanca, tanto arte mudéjar te confundirá: no sabrás si estás en un museo o en un templo. ¡Y no podrás dejar de sacar fotografías!

Crédito: Rodolfo Contreras.

12

En Toledo se encuentra uno de cuadros más populares e impresionantes de El Greco, “El entierro del Conde Orgaz”. Pero tú prefieres mantenerte alejado de la obra de artistas excéntricos y reconocidos…

¡No quieres imaginar cómo cambiaría tu monótona vida si te inspiras con ellos!
Crédito: Rodolfo Contreras.

13

Recorrer espacios que te hacen viajar en el tiempo al medioevo no va contigo...

Crédito: Rodolfo Contreras.

14

Ya que sentirte como en una escena de Juego de Tronos, ¡sería demasiado emocionante!

El Museo Visigodo es uno de los templos de época medieval más importantes de la ciudad, aunque un tanto eclipsado por los otros monumentos de la ciudad. Se encuentra en la iglesia mudéjar de San Román.
Crédito: Rodolfo Contreras.

15

No, señor. Nada de “subir a Toledo”, como dirían los lugareños. No quieres arriesgarte a quedar para siempre atrapado por los encantos de la ciudad Imperial.

Vista desde la Iglesia de los Jesuitas.
Crédito: Rodolfo Contreras.