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25 señales de que aprendiste a comer en Argentina

Argentina
by Journeys Of The Bee 13 Mar 2017

1. Tus facturas tienen nombres puestos por panaderos anarquistas.

Bola de Fraile, vigilantes, suspiro de monja, cañoncitos de dulce de leche, sacramento…

2. Si la llegaste a probar… aún extrañás la Cindor de botella de vidrio.

3. Tu educación en solidaridad empieza por lo culinario: desde chiquito te enseñaron que donde comen dos, comen tres.

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4. Lo mismo con tu educación en el yin y yang de las cosas: sabés que al que le gusta el durazno, tiene que bancarse la pelusa.

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5. No proponés un brindis: hacés chin chin.

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6. Sabés que la invitación a tomar unos mates implica horas de charla íntima. Y que es especialmente íntima si no hay yerba ;)

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7. Tenés tu marca y tipo de alfajor favorito (algunos creen que Capitán del Espacio es el mejor del mundo mundial). Pero seguís probando otros por las dudas…

Y aunque dicen por ahí que el alfajor es un invento árabe, para vos es tan argentino como la celeste y blanca.

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8. Si tenés más de 50, es probable que recuerdes que tus viejos te dieron a probar vino rebajado con soda cuando apenas ibas al jardín de infantes.

Y si tenés más de 30, te da nostalgia la idea de que vuelva el vino en damajuana.

9. Sabés que debería resultarte difícil elegir un vino (tenemos tantos de tantas regiones tan buenos!), pero vos tenés tu favorito para cada ocasión.

Uno se puede dar una vuelta por las provincias Argentinas en la góndola de vino del súper: mendocinos, de Neuquén, sanjuaninos, salteños…

10. Dividís a tus amigos entre los que siempre piden el mismo gusto de helados, y los que siempre quieren probar un gusto diferente.

En lo que todos coinciden es que los helados que se consiguen en Argentina son exquisitos, ¡ma’ que gelato italiano!

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11. Sentís lástima por las personas que viven en países donde no existe el dulce de leche.

Y en el extranjero llegás a pagar fortunas por el dulce manjar…

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12. Participaste de incontables discusiones sobre empanadas de carne…

“Que las cordobesas son las que tienen pasas”, “que no, que esas son las tucumanas”, “que las salteñas con papa son las mejores”, “que los que le ponen azúcar o miel arriba tienen que cortar con tanta dulzura…”.

13. Los domingos tu nariz se mueve sola, tu cerebro se apaga y tu boca empieza automáticamente a salivar al detectar el aroma del asado.

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14. Alguna vez escuchaste a tu vieja quejándose del sexismo de la frase “un aplauso para el asador”.

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15. No estás acostumbrado al picante.

Con el chimichurri estás hecho en muchos casos. Eso no significa que renuncies a probar la comida mexicana, coreana o india… pero te asegurás de tener a mano algo líquido para apagar el fuego.

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16. Escuchaste más veces el mito de creación del dulce de leche que el de la creación del Universo.

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17. Si tuviste la suerte de viajar a las provincias del sur o vivís ahí, crees que el paraíso debería tener cordero patagónico en el menú.

18. En cambio, si decidiste ser vegetariano, tenés que mostrar tu certificado de nacimiento argentino más que Obama cuando tuvo que probar que había nacido en suelo estadounidense.

19. Te resulta rarísimo que en otros países se desayune con panceta y huevos.

Para vos el desayuno es mate o café con leche con algo dulce, como una tostada, unas galletitas o una facturita.

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20. A menos que haya quedado pizza fría de la noche anterior, que como todos sabemos, es la mejor comida para desayunar antes de irte a dormir después de haber salido de parranda toda la noche.

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21. Uno de tus postres favoritos es “el vigilante”.

¿Lo preferís con dulce de batata o de membrillo?

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22. Si no querés cocinar para una fiesta de cumpleaños, la zafás con sandwiches de miga y chocotorta.

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23. Las fechas patrias son sinónimos de locro o carbonara y tortas fritas.

24. No te tomás la picadita a la ligera…

25. Sabés que la invitación a almorzar con amigos o familia se puede extender todo el día…

¡Pero vas encantado! ¿Qué mejor plan que compartir?

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