Es tu pitonisa particular y ni te cobra…
“Te lo dije, te lo dijeeeeeeee”.
Y nunca dejará de pedirte que la ayudas a perfeccionar sus dones clarividentes…
“¿Dónde tú estabas? Ni me lo digas, que ya sé”.
Es una maestra en el arte de explicar sus razones con pocas palabras…
“Mira, chiquillo…”.
Se encarga de mantener viva la llama de tus orígenes…
“¡Qué no se te olvide que fui YO quien te traje al mundo!”.