La fachada aburrida de este edificio de Utrecht (Países Bajos) se convirtió, gracias a la magia del artista Jan Is De Man, en la biblioteca tridimensional más alucinante del mundo.
Los dueños del edificio son amigos del artista y le pidieron que hiciera un mural para darle una nueva vida a su fachada. Jan Is De Man aceptó el desafío y, para incluir a los residentes, les pidió que le sugirieron los títulos de los libros que iban a llenar los estantes de su obra. Solo les puso una condición: no quería ni obras religiosas ni que representaran opiniones políticas.