Aunque las horas de sol se vayan acortando, en Madrid el tiempo de terrazas se dilata hasta el infinito.
Con altura (y buenas vistas)
Los hoteles se han hecho con algunas de las mejores panorámicas de la ciudad. Y han abierto sus puertas para el gran público, siguiendo la estela de urbes como Nueva York o Londres. En este apartado, la guía definitiva para ver y ser visto.