A 80 kilómetros al norte de la Ciudad de México, en el estado de Hidalgo, se hallan, aún en pie de guerra, los vigilantes del templo de Tlahuizcalpantecuhtli, la extinta ciudad de Tolan, o Tula, como la conocemos hoy en día.
Tula fue una de las capitales más importantes del mundo prehispánico durante el período posclásico, que comprende del 900 al 1521 de nuestra era. Alcanzó una extensión de 16 kilómetros cuadrados y sus restos arqueológicos nos dejan ver el grado de importancia que llegó a tener la ciudad, pues su influencia llegó hasta la actual Guatemala.