Sabes que ir de compras va a reforzar tu autoestima.
Basta con que te des una vuelta por tu tianguis más cercano, donde todos te van a tratar de güerito, güerita, reina, campeón, chula y linda, sin importarles la cara de muerto viviente que te cargas después de la desvelada de anoche.
No puedes irte sin preguntar “¿Cuánto es lo menos?”.
Los mexicanos practicamos el fino arte del regateo, técnica milenaria de negocios que, cuando resulta exitosa, puede traernos beneficios considerables. Si eres neófito en está práctica, utiliza cualquiera de estas dos estrategias:
*Dile a un acompañante: “En el puesto de allá costaba (lo que quieras pagar)”. Acto seguido, sal del puesto con paso decidido.
*Dile al vendedor: “No traigo más que (lo que quieras pagar), gracias”. Nuevamente, sal del puesto con paso decidido.
¡Aplícalas al pie de la letra y regocíjate con los resultados! ¡Nunca fallan!