1. Eres experto en guacamole
Nada de aguamole. Tú sabes distinguir un auténtico y verdadero guacamole solo con verlo… y de lejos. En Tijuana machacas el aguacate con la mano, con un tenedor, con el cucharón para aplastar los frijoles, pero nunca, nunca haces el guacamole en la licuadora. En Tijuana está dios, los tacos de asada y el guacamole con grumos. ¡Hay niveles!