Amolar
Si algo pasó de estar bien a no estarlo bajo tu supervisión, podemos decir que lo amolaste. Puedes amolar los frijoles por dejarlos en la lumbre, puedes amolar tu bicicleta y te puedes amolar la rodilla —¡en un mismo instante!—, también podrías amolar toda tu cocina —y la relación con tu casero— si sigues dejando la estufa prendida. Si amuelas suficientes cosas, eventualmente te vas a sentir amolado tu también. Se puede sustituir por desconchinflar cuando se trata de objetos compuestos por varias partes o aparatos electrónicos.