Oaxaca es un lugar de tradición y fiesta. Durante mayo, las velas istmeñas unen a todos los pueblos de Oaxaca en una celebración antiquísima donde la música, el baile, la comida y otras expresiones culturales toman las calles de pueblos y ciudades.
Los trajes regionales de los distintos pueblos de Oaxaca salen a relucir durante las calendas, un desfile acompañado de música y baile que marca el inicio de las fiestas patronales.
En Juchitán se practican las regadas. Hombres y mujeres salen a las calles a caballo o a bordo de carros alegóricos y reparten fruta y otros obsequios entre los asistentes.
Y para los que conocen bien este mercado, aquí les dejo un par de motivos que los obligarán a regresar pronto. Un pan de yema y un chocolatito de agua son razones suficientes para volver a Oaxaca.
Los pequeños poblados a los alrededores de la capital se especializan en distintos oficios y en la producción de artesanías de gran calidad. ¿Qué te parecería regresar a casa con un alebrije de San Martín Tilcajete?
Oaxaca es un estado multicultural en el que la identidad indígena se ha mantenido a lo largo de los años. Detalles de los orígenes de esta identidad pueden encontrarse en sus zonas arqueológicas, como Monte Albán, la capital del imperio zapoteca y una de las ciudades más importantes de Mesoamérica.
No muy lejos de Monte Albán se encuentra la zona arqueológica de Mitla. Una hermosa ciudad de fachadas ornamentadas que fue un centro militar y religioso de gran importancia para zapotecos y mixtecos.
La población de Oaxaca no sólo es diversa en un sentido étnico. Las muxes han sido consideradas un tercer género en la zona del istmo por cientos de años. Aunque la población muxe no está exenta de problemas, es importante reconocer su papel como pionera dentro de las culturas transgénero a nivel mundial.
La identidad oaxaqueña es tan fuerte que imprime un sello característico en todas sus festividades. ¿En dónde más vas a encontrar carnavales como los de Oaxaca?
Incluso los festejos navideños tienen un toque distintivo. Después de disfrutar de una Noche de Rábanos, nunca más volverás a ver esta verdura sin asociarla con la navidad oaxaqueña.
Y ni siquiera hemos mencionado los atractivos naturales del estado. Este famoso ahuehuete en Santa María del Tule es el árbol con el tronco más grueso en el mundo. Cerca de 500 personas caben bajo la sombra que proyecta.
En Oaxaca están las cascadas petrificadas de Hierve el Agua. Además de que el lugar ofrece una vista inolvidable de los valles centrales, este tipo de formaciones son algo fuera de lo común. El único otro sitio en el mundo donde se pueden ver estructuras similares es en Pamukkale, Turquía.
Pero eso no es todo. En Oaxaca también se encuentran algunas de las playas más bonitas de México —que ya es mucho decir. Para ejemplo están las impresionantes Bahías de Huatulco, donde seguro encuentras tu nueva playa favorita.
Y las puestas de sol en el Pacífico Mexicano son el complemento perfecto para estos paisajes paradisíacos. Cualquiera que haya visto un atardecer en Punta Cometa te lo podrá confirmar.