1. El transporte público
Aunque el hecho de que haya camiones y vagones de metro exclusivos para mujeres ha ayudado a controlar un poco el problema del acoso en el transporte, lo cierto es que de ninguna forma lo ha atacado de raíz. Recuerdo haber tenido esta conversación con un grupo de chicas en Suecia (uno de los países menos desiguales en materia de género) y aún no olvido la forma en la que se rieron cuando les expliqué esta solución gubernamental. “¿O sea que prefieren separar a las mujeres en lugar de educar a los hombres?” me dijo una de ellas.