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Así curan los perritos que dan terapia

by Alita Lavín 2 May 2020

“Desconfío de una persona a quien no le gustan los animales, pero confío en mi perro cuando no le gusta una persona”.

Hay tantas formas en que puedo describir a los perros… Por algo son conocidos como “el mejor amigo del hombre” y vaya que sí son parte elemental de la familia. Se vuelven los defensores y protectores, el hermano mayor y celoso, el niñero, la alarma de la casa, la mejor compañía, esa distracción que te saca de la cama cuando lo necesitas, te llena de babosos besos y te hace reír con sus gracias. Tener un perro se ha convertido en una necesidad vital para muchos.

Históricamente, en algunas culturas los perros tuvieron un valor religioso. A través del tiempo, el perro ha tenido diversas funciones: cazador, pastor, guardián, de tracción, fuente de calor, camillero en las guerras, de rescate, en el espectáculo, para el deporte y como hoy día de compañía.

Hay razas tan inteligentes que pueden ser entrenadas con la finalidad de proteger la vida humana. Los perros terapéuticos deben ser amigables, tranquilos y de tamaño mediano. Antes de ponerlos a “trabajar”, deben de pasar por varias pruebas para conocer su grado de agresividad.

Hay dos tipos de entrenamiento para perros:

1. Perros de servicio: por ejemplo, los perros lazarillos ayudan a las personas con visión reducida o no videntes. Además, hay perros de alerta médica y detectores de cáncer, otros que realizan búsqueda y rescate de personas en catástrofes, así como aquellos entrenados para detectar sustancias ilegales (drogas).

Aquí puedes mirar la historia de Frida, una perrita rescatista que se hizo muy famosa en México:

2. Perros de terapia, tales como los perros de apoyo emocional, perros de relajación, etcétera. De estos perros terapéuticos hablaremos principalmente en este artículo.

Diversos estudios han demostrado cómo las mascotas influyen de manera positiva en la salud y en el bienestar humano. Investigaciones científicas han clasificado los efectos de los perros de terapia en cuatro áreas específicas: terapéuticos, fisiológicos, psicológicos y psicosociales.

¿Cómo “curan” los perros terapéuticos?

Los perros asisten en terapias físicas

Los perros contribuyen en terapia asistida motivacional

La terapia asistida motivacional tiene como objetivo mantener un lazo permanente o con una frecuencia específica en la vida de una persona con el objetivo de que se establezca una unión afectiva. Los pacientes candidatos a este tipo de metodología son: pacientes con Alzheimer, síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), trastornos sicológicos, hogares para la tercera edad, cárceles, hospitales e instituciones psiquiátricas, etc.

Recientemente, hay un gran interés por conocer los efectos de la presencia de animales como parte de los ambientes laborales.

Los perros tienen efectos fisiológicos en sus compañeros humanos

Tener una mascota es un factor protector para las enfermedades cardiovasculares. Se dice que pueden alterar varios factores de riesgo, por ejemplo la ansiedad y el estrés por soledad, disminuyendo la frecuencia cardiaca y la presión arterial. Además hay estudios que demuestran que cuando acaricias a las mascotas, se liberan endorfinas. Sumado a esto, la actividad física que requiere cuidar a una mascota tienen como consecuencia mejor salud del cuidador. Aunque no lo creas, la presencia de perros en tu vida podría disminuir la frecuencia de las visitas al doctor, por el simple hecho de sacarlo a caminar 30 minutos al día.

Los perros pueden dar ayuda psicológica

Es bien sabido el vínculo entre los animales y las personas, y se han hecho estudios sobre los atributos de esta relación en la salud mental. El intercambio afectivo con un animal mejora el estado emocional de una persona. Los perritos son una gran fuente de energías positivas, te hace sentir acompañado y te mantienen activo al asumir la responsabilidad de su cuidado, aumentando así la seguridad en ti mismo.

Nos pueden ayudar a superar un duelo y la depresión, ya que reducen la sensación de soledad, disminuyen los malestares, incluso nos ayudan a sanar más rápido frente a enfermedades fuertes. Logrando a veces resultados donde las personas disminuyen su ingesta de medicamentos, inclusive incrementan el sentimiento de intimidad, conduciendo a la búsqueda de la conservación de la vida en personas enfermas.

Perros en las terapias psicosociales

Caminar con un perrito en un sitio público es un buen pretexto para generar interacción entre personas desconocidas. Estudios han demostrado que los propietarios de animales tienen mayor facilidad de interacción de socialización, de establecer el vínculo de la confianza en las relaciones interpersonales y de tener una mayor participación en eventos comunitarios y apropiación de parques y otras áreas recreativas con su mascota. Por ejemplo, entre vecinos es común que se pidan favores que tengan que ver con las mascotas, así se genera un lazo de confianza, solidaridad y gratitud entre ellos. Las mascotas son un catalizador que trasciende más allá de la relación propietarios-mascota en la sociedad.

¿Cuáles son las razas más comunes de perros terapéuticos?

Una de las razas más comunes para adiestramiento para terapias es el Pastor Alemán por su carácter manejable.

Los Golden Retriever y labradores son consideradas unas de las razas que más confianza genera a la gente. Es afectuosa y su mordida es suave para recoger objetos sin maltratarlos. Su carácter es más tolerante que otras razas.

En resumen, los beneficios terapéuticos de tener un perro son:

  • Aumento del deseo y disposición para involucrarse en actividades grupales y de trabajo en equipo;
  • Incremento de la autoestima;
  • Aumento del sentido de la responsabilidad;
  • Reducción de la ansiedad y/o el sentimiento de soledad;
  • Abrir espacio para la expresión de afecto y de sentimientos;
  • Aumento de los niveles de atención y concentración;
  • Superación de miedos;
  • Mejora del estado físico;
  • Reducción de los niveles de ansiedad;
  • Alivio del estrés;
  • Beneficios físicos como son la reducción del ritmo cardíaco, reducción de la presión arterial, etc.
  • Las mascotas permiten que se desarrolle el sentimiento de apego en los niños.