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9 razones por las que la comida panameña debería ser considerada la mejor del mundo

Panama
by Natalie Jurado 30 Jul 2019

1. Porque la comida panameña es diversidad de sabores

Desde que el istmo emergió para dividir los mares ha cumplido la función de puente, permitiendo el paso y la fusión, primero de flora y fauna y luego de culturas.

Cada uno de estos “pasantes” fueron dejando en estas tierras un poquito de sus costumbres y por supuesto de su gastronomía. Es por esto que nuestra cocina es una unión entre aquella de los primeros pueblos que se asentaron en este territorio y la que africanos, antillanos y europeos, suramericanos, centroamericanos y norteamericanos nos legaron. De todos heredamos un poquito y a todos debemos la riqueza de nuestra comida.

2. Porque nuestra comida afroantillana es sublime

La herencia cultural y culinaria que nos dejaron los afroantillanos es una de las que más destacan en Panamá, y sus raíces se han extendido por todo el territorio nacional. Entre sus ingredientes predominantes están el coco, el ají chombo y los frutos del mar, y sus especialidades son las frituras y los mariscos acompañados de arroz con coco o patacones, sin olvidar las famosas plantintá, los patties o el delicioso pan bon.

El sao (o saus), uno de los platillos más populares de la gastronomía panameña, hecho a base de patitas de cerdo, cebolla, pepino y picante, se lo debemos a nuestros antepasados antillanos.

3. Porque tenemos un desayuno cachimbón

Un desayuno típico panameño te hará comenzar el día con las pilas bien cargadas. Es cierto que las prisas y el estrés han relegado el desayuno a un segundo plano, pero si tenemos tiempo, la primera comida del día es un festín de sabores que puede incluir bistec picado, hígado encebollado, salchicha guisada, tasajo, chorizo, huevos o incluso ropa vieja, acompañado de bollos, torrejitas, almojábanos o tortillas, para los amantes del maíz o de hojaldras, patacones o carimañolas para los que prefieren otras harinas. No puede faltar el queso, blanco o amarillo y una buena taza de café o té.

Pero también tenemos otras opciones. Como mencioné antes, en Panamá han confluido muchas culturas cuyo legado culinario hemos adoptado y consideramos parte de nuestras tradiciones, tal es el caso del desayuno chino o dim sum, compuesto en su mayoría por empanadillas al vapor rellenas de vegetales, carne de cerdo o camarones. Las estrellas suelen ser el siu mai, el hakao y el ham pao, pero una vez pruebas las otras opciones que trae el carrito, el abanico de sabores es sorprendente.

Sea cual sea la opción elegida, un desayuno panameño completo deja a cualquiera lleno hasta bien entrada la tarde.

4. Porque tenemos el mejor ceviche

Probablemente algunos de nuestros vecinos americanos (y que conste que con americano me refiero a todos los habitantes de este bello y vasto continente que va desde el océano glaciar Ártico hasta las islas Diego Ramírez) estén en desacuerdo, pero lo cierto es que en Panamá hemos logrado perfeccionar la receta del ceviche creando un abanico de opciones y variantes capaz de satisfacer los paladares más exigentes. Están los clásicos de corvina, camarones, pulpo o combinación, mientras los más intrépidos disfrutan de un buen ceviche de concha negra o de cambombia.

Hay quienes los preparan con ají chombo, pero en general en el ceviche panameño priman la acidez de los cítricos que “cocinan” el marisco y el sabor dulzón de sus otros ingredientes.

Además de su alto valor nutritivo, gracias al marisco, los entendidos afirman que las recetas más potentes de ceviche le levantan la libido a cualquiera. Cierto o no, este aperitivo del patio es uno de nuestros tesoros gastronómicos.

5. Porque nos endulzamos la vida con nuestras bebidas


En el campo de las bebidas también estamos muy bien posicionados, y que conste que aquí no voy a hablar de licor. Sean a base de leche, como el chicheme, el arroz con piña, la leche agria, la avena y la resbaladera o las chichas, hechas a base de agua y frutas como el tamarindo, la guanábana, el limón, el melón, el saril, el nance o la naranja, nuestras bebidas son excelentes para acompañar la comida, para matar un antojo dulce o simplemente para refrescar “la calor”.

Hay una bebida emblemática, que nos legaron nuestros ascendientes de las Antillas, llamada icing glass, hecha a base de un alga llamada Irish moss, de gelatina simple, de varios tipos de leche y especias como canela y nuez moscada, ideal para tonificar y energizar el cuerpo.

No puedo cerrar este punto sin mencionar que algunos de los mejores cafés del mundo se cultivan en Panamá, más específicamente en Boquete, provincia de Chiriquí. Y es que el tipo de suelo y sus condiciones, la lluvia, el viento y la temperatura de esta zona se conjugaron para que el café de la variedad geisha, coseche año tras año premios a nivel internacional.

6. Porque tenemos el mejor sancocho


Muchos países tienen sancochos, pero el panameño es de los que “revive muertos”. Cae bien para revitalizar el cuerpo a medio día, para reponerte después de un día de arduo trabajo, para aliviar los síntomas de alguna enfermedad y, cómo no, como elixir para combatir la más fuerte de las gomas.

En cuanto a ingredientes es modesto: gallina, ñame baboso, un buen manojo de culantro y orégano, (agregado al final), pero el resultado es delicioso. Se prepara a lo largo y ancho del istmo, aunque con ligeras variantes y es que un sancocho darienita no será exactamente igual que uno preparado en Azuero aunque los ingredientes son siempre similares.

Ahh, y lo que no pueden faltar son unas gotitas de picante para terminar de resaltar el sabor de este sencillo, pero reconfortante plato.

7. Porque nuestros dulces son de campeonato

En esta tierrita tropical de frutas y azúcar, los dulces tradicionales son parte importante de nuestro acervo culinario. Es triste que cada vez se preparen menos, pero dulces como la cabanga, la pesada de nance, la gollería, el chocao o el dulce de marañón, son joyitas de los libros de cocina de las abuelas.

Más comúnmente, encontramos los keki, los pan de dulce, la cocada, los huevitos de leche, los merengues o el arroz con leche y uno que tal vez muchos no consideren postre, pero que forma parte de nuestras tardes y de las idas al parque: el raspao, que con su cono de cartón, sus sabores de fresa, uva o maracuyá y con su extra de leche condensada se ha ganado su lugar dentro de la tradición panameña.

8. Porque entendemos el nivel justo de picante


Ni muy muy, ni muy poco. El picante está presente en muchos de los platos de nuestra gastronomía, pero en una cantidad que potencia el disfrute de la comida, sin dejarte echando fuego por la boca. Y es que en cualquier casa o restaurante siempre tendrán a la mano una botellita de picante, muchas veces casero, para darle un poquito más de “sensación” a la comida.

9. Porque para nosotros es la mejor comida del mundo y punto

Y es que, si le preguntas a cualquier panameño, sin lugar a duda te dirá que la nuestra es la mejor comida del mundo, porque es la comida con la que crecimos, es la que nos recuerda a nuestras madres y abuelas, es la que añoramos cuando estamos lejos de casa… en fin, es la comida de que sabe a hogar.