9 cosas que debes saber para planificar tu cruce de los Andes a caballo

Otras excursiones proponen cruzar los Andes como aventura en sí misma, sin una temática histórica específica. En estas salidas, se puede llegar a puntos como el Paso Santa Elena, haciendo un camino en forma de herradura. Aunque es posible cruzar entre Argentina y Chile, es un desafío logístico. Requiere cambiar de caballos a mitad del recorrido, en el límite entre los dos países, porque no se puede ingresar con animales de un país al otro tan ligeramente (cuestiones de Aduana). Es por eso que encontrarás más ofertas que te llevan hasta el límite del país donde has iniciado el recorrido.

2. Reserva tu lugar en los grupos con tiempo.

Las salidas con turistas se realizan en temporada de verano (diciembre, enero y febrero). El resto del año las condiciones de la cordillera no lo permiten o lo vuelven riesgoso: ríos crecidos y deshielos en diferentes zonas, nieve y mucho frío. GR Turismo Aventura, por ejemplo, comienza la temporada con una salida el último sábado de diciembre, y los grupos ¡festejan el inicio del siguiente año en la cordillera! ¿Te imaginas un comienzo de año más especial que esto?

Es recomendable hacer las reservas con tiempo. Ya hay inscriptos para salidas en diciembre de 2018 y enero-febrero de 2019 desde ahora (mayo de 2018). El tamaño de los grupos varía, y en general no supera a las 25 personas -o “Cabalgateros”- por salida.

3. Deberás completar una ficha médica con tu médico de cabecera para poder realizar la excursión.

Si bien no hay un requisito de entrenamiento físico para realizar las cabalgatas, los operadores se toman el bienestar de los Cabalgateros muy en serio. Por eso mismo, deberás visitar a tu médico de cabecera para que él o ella complete una ficha médica y declare tu aptitud física para esta aventura.
Además, como con otras actividades de aventura, es recomendable tener la vacuna antitetánica al día o aplicarla con anticipación al viaje.

4. Ten en cuenta todo lo que implica vivir unos días en la naturaleza.

Dormirás al intemperie, mirando los cielos y el millón de estrellas. Aunque los operadores llevan carpas, se recomienda “dormir al sereno” para poder observar uno de los cielos más limpios del mundo en Malargüe.

Las “camas” en las que dormirás estarán hechas de lonas, parte de la montura, una bolsa de dormir y frazadas. Tu espalda espalda no reposará sobre un mullido colchón, pero tendrás el universo como techo.

No habrá baños (ni siquiera baños químicos). Deberás hacer tus necesidades en la tierra y enterrarlas. Los papeles higiénicos deben ir en bolsas de residuos que hay que llevar de regreso a los centros de tratamiento de residuos en la ciudad. Quizás la idea te parezca desagradable, o quizás ya estés acostumbrado a este tipo de limitaciones al “confort” cuando se pasa tiempo en la naturaleza. Lo cierto es que este tipo de experiencias ofrecen una oportunidad única para tomar conciencia sobre nuestro impacto sobre el medio ambiente, que nos vuelve ciudadanos más responsables.

5. Practica cabalgar… no es obligatorio, pero la experiencia suma.

Los operadores indican que no hace falta saber cabalgar y que con una “buena actitud” se puede realizar esta aventura a caballo. La cabalgata es al paso, y se prioriza la seguridad de las personas. Los guías y los baqueanos dan consejos y enseñan a cabalgar en terreno cordillerano, que es diferente al plano. También resaltan qué es lo que NO se debe hacer.

Mi consejo personal es que te familiarices todo lo posible con los caballos antes de la excursión. Son animales súper inteligentes y sensibles, y saben detectar si una persona está relajada y en control de sí misma, o nerviosa. Gana experiencia con ellos, y te sentirás más confiado de pasar varios en días en la cordillera compartiendo aventuras con estos bellos compañeros del hombre.

6. Puedes hacer este viaje con niños mayores de 6 años, así que decide si llevarás a los más jóvenes de la familia contigo.

¡Así es! Como los caballos son muy mansos, los operadores indican que niños a partir de los 6 años con algo de experiencia cabalgando pueden sumarse.

7. Si no estás acostumbrado a la altura, deberás prepararte para ella.

Este artículo te da varias recomendaciones sobre cómo superar el “mal de altura”. Lo mejor es el que el tiempo de aclimatación sea paulatino. Otro consejo muy conocido es “Bebe antes de tener sed, come antes de tener hambre, abrígate antes de tener frío y descansa antes del agotamiento”. Evita consumir alcohol (que te hará deshidratarte más fácil), así como evita fumar cigarros. Si sabes que puedes verte afectado por el mismo (por experiencias previas), habla con tu médico al respecto y considera llevar medicinas para el mal de altura, así como consumir medicinas naturales (como hojas de coca). Una aspirina para un posible dolor de cabeza también puede venir bien.

8. Deja de lado el individualismo de las grandes ciudades.

Olvídate de cosas como ponerte auriculares y estar en tu mundo.
Los grupos de aventureros conviven durante cinco días. Todos ayudan en las tareas, desde buscar palitos para el fuego, hasta ensillar los caballos. Según Gaspar, quien organiza y lidera estas cabalgatas desde hace 20 años, la experiencia lleva a las personas a hacerse algunos amigos para toda la vida.

9. Arma tu equipaje para la excursión con tiempo.

No hace falta que compres todo (y nuevo): si te organizas, puedes pedirlo prestado a amigos, conseguir cosas usadas por Internet y también alquilar algunos elementos puntuales. La siguiente lista ha sido elaborada siguiendo las recomendaciones de los organizadores de las cabalgatas.

UNA DE LAS COSAS MÁS IMPORTANTES…
Lleva una bolsa de dormir apta para -10ºC (menos diez grados centígrados).

ROPA.
Debes preparar dos mudas de ropa, que incluyan: pantalones (puede ser bombachas de campo), camisas -son mejores que las remeras o camisetas de mangas cortas de cuello redondo porque nos resguardan más del sol-, y una camiseta de mangas largas abrigada.

Además, se sugiere:

dos o tres abrigos intermedios finos de tela polar, más una campera abrigada y/o poncho,

calzas o calzoncillos largos,

sombrero con “barbijo”, es decir, con tiras para poder atarse el sombrero al cuello y que no se vuele con el viento, y anteojos de sol con sujetadores (opcional),

gorro de lana,

capa para lluvia: a diferencia de una campera impermeable, éstas son amplias y cubren no solo nuestra ropa, sino también las alforjas y la montura,

pañuelo de cuello y/o bufanda,

guantes de jardinería,

traje de baño,

shorts.

CALZADO
Se recomienda llevar zapatillas impermeables y alpargatas. Para cabalgar no conviene usar calzados muy anchos, como borceguíes, porque pueden quedar atrapados en el estribo. Los que están acostumbrados, pueden usar botas de montar.

MEDICINAS y ELEMENTOS DE HIGIENE

Medicamentos personales.

Se sugiere aplicarse la vacuna antitetánica con anticipación al viaje.

Elementos de higiene personal (desodorantes, toallitas húmedas) y una toalla chica.

Repelente de insectos.

Protector solar y de labios.

OTROS ELEMENTOS

Linterna minera (esa linterna que se sujeta a la cabeza mediante una vincha).

Binoculares (opcional).

Jarro, plato y cubiertos (para campamento, que no se rompan).

Cámara de fotos, con memoria y pilas / batería suficiente (ya que no habrá donde recargarlas). Si puedes, consigue un protector para el agua para tu cámara y teléfono celular, ya que en el recorrido deberás cruzar algunos ríos.

Tus pertenencias viajarán en una alforja, que está dividida en dos partes. Aunque parezca imposible, ¡todo cabe en ellas! Si tienes preguntas, el equipo de guías te podrá ayudar a decidir qué llevar y qué no (de manera que quede guardado en el hospedaje).