1. El paisaje se vuelve llano y aparecen las nubes del desierto
Entre Mexicali y Tijuana se encuentra el poblado que da nombre a la carretera La Rumorosa. Es un paisaje único de montañas con piedras gigantes que se abren paso hasta finalizar en una ciudad llana: Mexicali.
2. Empiezas a ver restaurantes de comida china por todos lados…
Y no puedes irte sin probar alguno de sus menús. Además de comer bien, estarás acercándote a una de las tradiciones más arraigadas de la ciudad. ¡Y es una tradición riquísima! Vayas a donde vayas, pídete unos chiles güeritos para acompañar tu comida.