1- El lago de la brea (Trinidad y Tobago)
Se lo conoce como un lago, pero en realidad es un depósito natural de asfalto de 40 hectáreas y una profundidad máxima de 90 metros, situado cerca de la costa sudoeste de la Isla Trinidad. Aquí, el asfalto caliente se regenera continuamente, alimentado por una falla subterránea.
Crédito: xenocrates
La superficie es sólida y se puede caminar sobre ella, aunque hay que estar atento y mirar bien por dónde pisar, pues en medio de esta “tierra firme” hay algunos puntos viscosos en los que puedes tener una experiencia algo pegajosa.