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La guía definitiva para viajar sola en autoestop

by Mavi Parra 3 Mar 2020

Razones para no hacer autostop sola ya tendrás montones, son normalmente quienes nunca han intentado algo similar los primeros en entregarlas, pero sólo por que ser mujer traiga consigo sus riesgos particulares, no significa que debas permitir que otros te quiten las ilusiones.

Somos montones los viajeros de cualquier género y origen quienes decidimos viajar en autoestop, no sólo por abaratar costos, sino principalmente por el potencial de la experiencia: al recorrer el mundo de esta forma, te abres a conocerlo de una manera mucho más profunda. Ya no simplemente miras un paisaje por la ventana y te preguntas “¿qué habrá por allá?”, sino que ahora tienes un local a tu lado dispuesto a contarte eso y mucho más.

Haciendo autoestop alcanzas a conversar con un variopinto número de personas, gente que probablemente no te hubieras cruzado en otros contextos, generando un espacio de compartimiento tremendo en el que aprendes de forma inmersiva la cultura real del lugar que visitas.

Cuando viajas de esta manera sola, como mujer, te das cuenta de que muchos de los miedos que tenías son nada más que prejuicios, pues, en la mayoría de los casos, la gente está mucho más dispuesta a ayudarte que a hacerte mal.

En los más de tres años que llevo haciendo autoestop sola por carreteras de Sudamérica y Europa, las experiencias incómodas han sido muy pocas y las realmente malas ninguna, mientras que las que me han llenado el corazón son cientos.

Sin embargo, para poder contar con tan buena racha procuro implementar varios trucos que a continuación relato, pues, al contrario de lo que pueda parecer, el hacer autoestop no es una aventura espontánea sino un juego bien calculado, en el que tú, como jugadora, has de hacer todo lo posible por estar siempre segura, preparada y atenta.

Instructivo para viajar sola en autoestop

Requisitos previos

  • Lleva contigo un buen mapa de carretera, tu teléfono cargado al 100%, una tarjeta SIM y números de contacto de emergencia. El GPS está chévere, pero un mapa físico no se quedará nunca sin batería ni se le irá la señal de improviso.
  • Calcula bien los tiempos. Viajar en autoestop puede hacer el camino más largo, ya que tu hora de llegada a destino dependerá tanto de lo transitada o no que sea la ruta que estás tomando, como del tipo de vehículo en el que te muevas y lo mucho que tardes en conseguir alguien que te lleve. Estos factores son totalmente al azar, así que prepárate para cada uno de ellos saliendo a la ruta temprano, evitando recorrer distancias demasiado largas de un solo golpe y teniendo en cuenta cuántas horas de luz natural te quedan disponibles.
  • Al viajar en zonas de poca densidad (tanto de autos como habitantes), lleva contigo una carpa y saco de dormir, agua y comida suficiente para 24 horas. Quedarse varada en medio de la nada no es —ni debería ser nunca— una opción e, incluso si planeas un viaje corto, siempre será mejor que lleves contigo snacks e hidratación.
  • Si no conoces el idioma local, intenta memorizar algunas frases clave como “Hola, estoy viajando en autoestop”, “Voy hacia XXX, ¿y tú?”, “Soy una viajera/turista”, “No, gracias”, “Por favor, déjame bajar aquí”.
  • Si llevas armas de autodefensa ten cuidado con ellas, pues si no sabes usarlas podrían ser usadas en tu contra. El spray pimienta, por ejemplo, al ser disparado dentro de un auto y a corta distancia puede rebotar en ti. Además, en algunos lugares pueden ser ilegales. Los movimientos de defensa personal son herramientas de vida útiles en general, así que intenta aprender algunos de ellos; te harán sentir más segura que cualquier cuchillo.
  • En muchos sitios no es común encontrar a alguien que esté viajando en autoestop y mucho menos una mujer sola. Por lo mismo, infórmate respecto a códigos culturales, rutas particulares y demás detalles que sólo los locales serán capaces de dar.
  • Internet está lleno de recursos como la Hitchwiki o todos los blogs, grupos de Facebook y artículos de viajeros que han pasado por ese sitio antes que tú y han intentado la misma hazaña. Así mismo, no olvides revisar las noticias locales para estar segura que tienes en cuenta todos los factores.
  • Conoce tus propios límites y medidas de seguridad, pues nadie mejor que tú sabrá hasta qué punto estás o no cómoda. Para viajar sola en autoestop lo más importante es que confíes en lo que haces y, si no es este el caso, no lo fuerces. La mejor experiencia es aquella que se da cuando estás segura.

Reglas del juego

  • Lo primero será seleccionar el lugar de partida y la vía más directa a destino, saliendo de la zona urbana y tomando la autopista. Busca un sitio seguro y de buena visibilidad, tanto para ti como para los conductores. Procura que haya amplio espacio de pista donde los autos puedan fácilmente reducir la velocidad y estacionar a un lado.
  • Las estaciones de servicio son buen punto de inicio, puesto que ahí puedes ver y conversar con los conductores antes de pedir que te lleven. Guíate por las licencias de los autos: si ves una con el nombre del área donde vas, ya sabes a quién hablarle primero.
  • Usa ropa de colores vivos y evita cualquier atuendo demasiado revelador, ajustado o deshecho. Lo ideal es verte limpia y poco amenazadora, pero que quede siempre claro que eres una viajera. Mantén tu mochila a la vista y procura llevar un cartel con el nombre de tu destino escrito. Tocar un instrumento o malabarear son buenas estrategias para llamar la atención cuando está costando parar un auto.
  • Una vez que pare alguien, toma tu tiempo para medir la situación: pregunta adónde va, deja claro que estás viajando en autoestop y hacia dónde. En algunos lugares ver a una mujer haciendo autoestop sola es tan raro que puede que quieran cobrarte o piensen que estás en problemas, así que explícate bien.
  • Aprovecha la pausa para mirar dentro del auto y sus pasajeros. No entres en ningún vehículo en el que el conductor se vea soñoliento, intoxicado o te dé cualquier mala impresión. Hazle caso a tu instinto y si algo se siente raro, inventa cualquier cosa y dile adiós. Tu chófer ya vendrá.
  • Incluso una vez que estés dentro del auto nada te obliga a quedarte ahí, así que si algo te incomoda, mantén la calma, excúsate — “Me escribió mi amiga y dijo que me esperaba en el pueblo que acabamos de pasar”, “Necesito ir al baño urgente”, “¡Se me quedó el pasaporte!”— y pide que te dejen bajar.
  • Al subir, mantén tu mochila siempre cerca. Si es demasiado grande, lleva un bolso más pequeño con todo lo importante y nunca lo desatiendas.
  • La mayoría de las personas que recogen a una viajera en la ruta sólo quieren alguien que les haga entretenido el resto del camino, así que mantén la conversación animada. Evita meterte en temas demasiado íntimos y, sobre todo cuando viajas sola con un hombre, desvía de inmediato todo lo que lleve hacia el territorio del sexo, las relaciones de pareja o tu apariencia.
  • En algunos países o áreas, las prostitutas también viajan en autoestop, así que recuérdale siempre a tu conductor que eres una mochilera y nada más: habla acerca del lugar, por qué te gusta viajar y cómo ha sido la experiencia, siempre reflejando confianza en tu actitud y lo que estás haciendo.
  • Nunca viajes apurada ni con sueño, pues podrías tomar decisiones impulsivas o quedarte dormida en el auto de un extraño, lo cual entenderás por qué no es buena idea.
  • Si llegas a sentirte incómoda o en peligro, mantén la calma. Como pasajera tienes mucho más control de la situación que el conductor, dado que este tiene que llevar los ojos en la ruta. Mantén el control de la conversación y baja cualquier insinuación rara a tierra preguntándole por su familia y contándole sobre la tuya, que sepa que hay personas pendientes de ti y de que llegues bien a destino.
  • Suponiendo que llegamos al peor de los escenarios y nada de esto, ni tampoco las excusas para bajarte del auto, funciona, no muestres nunca inseguridad y espera a que el vehículo tenga que reducir la velocidad en un peaje o estación de servicio para bajar.
  • Evita hacer alboroto puesto que esto no sólo te pondrá más nerviosa a ti, sino también al conductor, quien se podría ver impulsado a hacer algo errático. Incluso en el peor de los escenarios, hay muchas cosas que puedes hacer para alertar a otros vehículos, como sacar tus manos por la ventana o abrir la puerta de golpe. Aun así, jamás te desesperes, pues mantenerte en control de la situación siempre será tu mejor arma.

Ser mujer también es una ventaja

La mayoría de las veces quienes recogen a una mochilera viajando sola en autoestop lo hacen porque están preocupados por su seguridad, así que ser mujer funciona a tu favor, pues te será más fácil encontrar conductores “seguros” como familias o mujeres solas; personas que normalmente no llevarían a un mochilero.

En general, las mujeres no somos vistas como amenazantes, por lo que mucha gente depositará confianza y cuidado en ti. Incluso los hombres solos sienten que es su deber salvarte de los peligros del camino y resultan actuando muy paternales.

Si bien siempre existe la posibilidad de encontrarse con alguien pesado, tanto quienes acostumbramos viajar en autoestop como la falta de estadísticas reales al respecto coinciden en que esta forma de moverse no es tan peligrosa como la pintan los ajenos a ella.

Mantener estos datos en mente, el sentido común y la seguridad en ti misma será tu mejor defensa, además de la clave para que la experiencia sea tan enriquecedora como tiene el potencial de serlo.