Estos días del COVID-20 son de mucha convulsión e incertidumbre para todos. Las noticias se renuevan permanentemente, nadie habla de otra cosa y, por momentos, parece imposible mantener la serenidad y el foco puesto en la salud integral. No puedes controlar cómo sigue esta aventura global, pero sí puedes controlar cómo la vives tú. Aquí te cuento mis estrategias favoritas para seguir centrada. ¿Cuáles son las tuyas?
Estas herramientas van a ayudarte a mantenerte centrado emocionalmente en tiempos de crisis
Cómo mantenerte centrado emocionalmente
Préstale atención tu dieta
La prevención de cualquier enfermedad o complicación de una dolencia comienza por lo que entra por tu boca. La comida tiene un efecto instantáneo en cómo nos sentimos física y emocionalmente. Consumir los alimentos apropiados va a mantener tu sistema inmunológico fuerte y preparado para esquivar al virus que venga. También, si puedes, toma un poco de sol todos los días.
Cuida lo que consumes en los medios
Por supuesto que hay que ser responsable y mantenerse informada, especialmente con la rapidez con la que se mueve este virus y las noticias que lo relatan. Pero tampoco necesitas estar con la tele prendida todo el tiempo, o checando portales de noticias cada cinco minutos. Puedes suscribirte a un sistema de noticias que te envíe los titulares más importantes, y abrirlos a voluntad y cuando estés de ánimo. También hay que ponerle un límite a las redes sociales. Puedes irte temporalmente de los grupos de whatsapp, especialmente si te envían contenido alarmista, o solo silenciarlos, así no recibes las notificaciones en tu pantalla (hoy hice esto con todos mis grupos, ¡lo siento-no lo siento, amigas!).
Mantente conectado con tus seres queridos
No sé desde dónde nos estás leyendo, pero en muchos países ya es un hecho la imposición de la distancia social, que es -hasta el momento- la medida más efectiva para evitar que siga creciendo la curva de contagio. Ya sea que vivas con tu familia, con roomies o solo, no salir de casa por mucho tiempo puede presentar situaciones desafiantes, por diferentes motivos. Solo te pido que no te aisles y que cheques frecuentemente con tus seres queridos. Llámalos, véanse, hablen, ríanse. Convivan igual que antes, solo que de lejos. Una colega me contaba ayer que, con sus amigas, hacen meriendas virtuales. Que se cancele todo, ¡menos el chisme con las chicas!
Medita
La meditación es cualquier práctica que te ancle en el presente. Hay meditaciones que uno hace sentado, en el suelo o en una silla, y que también pueden realizarse acostados; y hay meditaciones en movimiento (yoga, Tai Chi, caminar con intención meditativa, cantar, practicar Danza primal). Si nunca has meditado, esta crisis provocada por la pandemia es la oportunidad ideal para comenzar a hacerlo. ¡Imagina qué regalo precioso le va a dejar a tu vida la época loca del coronavirus! Yo empecé a meditar a través de la meditación Vipassana. Aquí te dejo una guiada para que puedas comenzar ya mismo (en Youtube hay infinidad de meditaciones guiadas; a mí me gustan mucho las de Ho’oponopono de Susana Majul).
Haz ejercicio
El psicólogo transpersonal Daniel Taroppio dice en su libro “Interacciones Primordiales” que, cuando la cabeza no pueda parar, hay que poner el cuerpo en movimiento. Cuando te encuentres sobreexcitado por la información sobre la pandemia, o te abrumen los pensamientos alarmantes por lo que pueda suceder, muévete. Afortunadamente, hay muchas plataformas a las que puedes acceder para hacer todo tipo de clases: yoga, boxing, Zumba, danza del vientre, las opciones son interminables. ¡Que no todo sea mirar Netflix, por favor!
Respira
Si consigues calmar tu respiración, automáticamente vas a calmar tu sistema nervioso. Hay muchos ejercicios en Youtube, pruébalos todos hasta que encuentres el que mejor te va. Aquí te dejo unos muy sencillos, para empezar.
Haz lugar para TODAS tus emociones
Durante una crisis es normal que surjan todo tipo de emociones, inclusive algunas que ni sabías que existían y que ni puedes nombrar. Acéptalas a todas sin juzgarlas ni reprimirlas, y hazte el espacio y el tiempo para expresarlas a tu manera: escribiéndolas, llorando, riéndote, bailando, golpeando un almohadón, conversando con un ser querido, dibujando, pidiendo lo que necesites.
Ayuda a otros
Cuando te encuentres en un espiral de pensamientos que no te hacen bien, corre el foco: sácalo de ti misma y ponlo en los demás. Siempre hay algo que puedas hacer ya mismo para aligerar la existencia de otra persona. Algunas ideas: envía una carta de agradecimiento a un ser querido, regálale algo a alguien sin un motivo aparente, llama a un amigo con quien no hablas desde hace mucho tiempo. ¿Ya te imaginaste las sonrisas que van a provocar tus acciones en las caras de todos los involucrados? ¡Yo también!
Arte por @crossfadegraphics
Juega
Juega de la manera que te plazca. Con tu familia, con tu mascota, con tu amante, con tus plantas, en el jardín o en el balcón. Ponte un karaoke en Youtube, disfrázate, escribe poesía, haz el amor. El juego te trae al presente, te otorga perspectiva y te da el regalo más valioso de todos: la alegría.