Si te sientes triste, ve al mercado. Te vas a meter en un mar de color cuyas olas te van a empapar… aunque no quieras.
Además, los mercados mexicanos son un lugar donde los cumplidos, al igual que el dinero, van y vienen. Te van a llamar chula, guapo, reina o rey y seguramente vas a salir con la autoestima tan elevada que no vas a saber dónde meter la tristeza después.
El Zócalo de Coyoacán es un festival todos los días, pero especialmente durante el fin de semana. Antes de llegar, puedes dar un paseo por la calle Francisco Sosa, llena de árboles y de casas impresionantes que te harán sentir que están andando en un cuento. Y ya en el Zócalo los globos, la música del organillero y las voces de los niños jugando, van a tener un efecto de arcoíris sobre tu estado de ánimo. Cómprate un chocolate caliente en El Jarocho ¡y deja que fluya la alegría!
Es sabido que el contacto con animales es excelente para ayudar a mejorar el estado de ánimo. Así que ve a la tienda Animalia, en la Colonia Condesa, donde van a prestarte un perrito por varias horas, para que te lo lleves a pasear. Hay dos parques muy bonitos cerca, el Parque España y el Parque México. ¡Aguas!, quizá vuelvas a sentirte triste después de devolver tu mascota temporal y quieras adoptarla para siempre.
Aunque las canciones hablen de amores que se terminan y de corazones destrozados, escuchar a los mariachis siempre te va a alegrar el alma, aunque sea después de llorar un ratito… Échate un caballito de tequila que todo lo cura ¡y canta y no llores!
A mí el olor de los libros viejos siempre me quita la tristeza. Ve a la calle de Donceles, en el Centro Histórico, y encontrarás muchas librerías de libros de segunda mano. Puedes pasar horas y horas buscando, leyendo y disfrutando todo y dejando que tus penas se disuelvan.
A veces sólo se necesita estar rodeado de la naturaleza para sentirse mejor. Chapultepec es un parque enorme lleno de árboles, con jardines etnobotánicos, jardines de orquídeas, un lago con lanchas para remar y un montón de ardillas descaradas. Puedes simplemente caminar y respirar aire fresco. Pero si te dan ganas, te puedes pasear en uno de los tantos museos que hay alrededor del parque y perderte en sus historias.
Desempolva tu bici y participa de alguna de las muchas rodadas de la ciudad por la noche. Es sabido que el ejercicio mejora el humor y, si le sumamos la vista de la ciudad iluminada en todo su esplendor, creo que tienes recorrida más de la mitad del camino al olvido…
No hay nada como ver a hombres vestidos con lycra volando por los aires, cayéndose unos encima de otros para hacerte reír. Ve con tus amigos a la Arena México, ponte tu máscara y suelta toda tu tristeza gritando en apoyo de tus luchadores favoritos.
Y si nada de esto te da resultado…
Ya sabes lo que dicen en México: “Para todo mal, mezcal. Para todo bien, también. Y si no hay remedio, tómate un litro y medio.”