1. El almuerzo
Para los valencianos el almuerzo es una especie de religión que nada tiene que ver con la comida principal del día, aunque lo parezca. Se trata de comerse un bocadillo bien jugoso a media mañana, acompañado de unos encurtidos, cacahuetes, café y bebida. Todo por un módico precio que ronda los cinco euros. Al no ser ciudad de tapas o pinchos dicen que Valencia es cara, pero comerse un almuerzo de esos que después cuesta levantarse de la silla no tiene rival con ninguna comida mundial, ni por precio, ni por calidad.