Hace 500 años, con la llegada de Hernán Cortés al actual territorio mexicano, chocaron dos mundos y de ellos nació uno nuevo que, está claro, no benefició a todos por igual.
Durante los primeros años de ocupación europea, fueron los españoles quienes se vieron más favorecidos, pues los nativos pasaron a ser sus vasallos. Sin embargo, hubo quienes la pasaron aún peor. Se trata de los africanos, de los cuales se habla muy poco y que constituyen la tercera raíz de México.