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26 señales de que creciste en Caracas

Caracas
by Adriana Herrera 15 Oct 2015

1.

Amas El Ávila. Todo tiene que ver con este cerro: le tomas fotos, sabes siempre dónde está el norte gracias a él; te encanta y te parece el mejor del planeta.

2.

Dices “Caracas es Caracas y lo demás es monte y culebra”. Lo dices en broma, pero lo dices.

3.

Gritaste en el gusanito al pasar por la manzana. Porque todos fuimos a Bimbolandia cuando éramos niños…

4.

Y te comiste un perro caliente y un jugo en Mi Juguito (sabes que sí).

5.

Hablas mandibuleado (eso no tiene explicación).

6.

Y caminas rapidísimo. No entiendes por qué los demás se tardan cuando van subiendo las escaleras del metro: tú, corres.

7.

Te da risa el tráfico de otras ciudades. Porque si aprendiste a manejar en Caracas, eres experto en conseguir los caminos verdes.

8.

Sabes que de Pelota a Marrón queda en el centro. Y a lo mejor no conoces esas esquinas, pero las has escuchado desde pequeño.

9.

Le cuentas a otros que en la ciudad hay un teleférico. Y que arriba, hace frío.

10.

Estrenaste los regalos del niño Jesús en Los Próceres: patinetas, bicicletas, triciclos, pelotas se paseaban primero por ahí.

11.

Ibas de paseo a la Colonia Tovar y pedías montar a caballo en El Junquito.

12.

Aprendiste a tomar el carrito de copete rojo o amarillo… Porque era más fácil aprenderse el color que preguntar si iba a Carmelitas o a Chacao.

13.

Paseaste por Sabana Grande lanzando papelillo, disfrazada/o de mi Bella Genio, Superman, el Zorro u otros grandes héroes infantiles.

14.

Pasaste por el túnel de colores en el Museo de Los Niños. ¡Eso era la felicidad!

15.

Sabes dónde comer los mejores asquerositos, con todas las salsas que se pueda, claro.

16.

Pedías que te llevaran a jugar al Parque del Este y eras feliz viendo los animales.

17.

Fuiste al Parque Los Chorros y/o al zoológico El Pinar con el campamento vacacional.

18.

Te quejas de Caracas, pero la amas. Y no te gusta que otro hable mal de la ciudad.

19.

Añoras comerte tranquilo una arepa en la madrugada, después de rumbear. Porque ya la cosa no es como antes…

20.

Fuiste a comer al Cubanito (sin poder creer que hace poco fue que lo remodelaron).

21.

Sabes bien dónde queda el Callejón de la Puñalada.

22.

Eres feliz porque tienes la playa a 30 minutos. Y aprovechas de preguntar «¿cómo sabes que La Guaira es lejos?»

23.

No te gustan los moto taxistas, pero son un «mal» necesario cuando quieres llegar rápido a algún lugar.

24.

Te quejas cuando hay calor (porque realmente no creciste en Maracaibo).

25.

Y te pones una bufanda cuando llega Pacheco… ¡porque eres exageradísimo!

26.

No importa dónde estés, cuando escuchas a una guacamaya te pones feliz, porque te recuerda a que cruzan Caracas todas las mañanas y sus tardes, como en desorden. ¿En qué otra ciudad las guacamayas vuelan tan libres? ¡Solo en Caracas!

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