Entre tal mestizaje de realidades, culturas, historias y colores que es Latinoamérica, encontramos un montón de puntos en común, pero también muchos muy distintos. Universalizar la experiencia de ser latinx no sólo no tiene sentido, sino que llega a ser injusto.
A lo mismo llegamos cuando hablamos de viajar siendo mujer y latina, pues si bien existe lo compartido, también está lo diverso, aunque poco se hable de ello.