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10 defectos colombianos que al resto del mundo le gustaría tener

Colombia
by MAYRA MERCADO 9 Jul 2018

Somos tercos

Llevamos una vida enfrentándonos a situaciones difíciles y aún así somos capaces de seguir adelante. Esto nos hace perseverantes y siempre estamos en la lucha de alcanzar nuestros objetivos, a pesar de los miles de obstáculos que se nos presenten. Somos muy trabajadores. Si es de levantarnos a las 4 am para entrar a las 7 am a trabajar, lo hacemos.

Somos entrometidos

Cuando viví con mis compañeros extranjeros, al principio me sentía extraña. Sentía que nadie se preocupara por mí, ya que ¡estaba tan acostumbrada a que mis amigos y familiares colombianos siempre estuvieran atentos a preguntarme cómo iban mis cosas o si necesitaba ayuda en algo! Los colombianos siempre estamos atentos a la vida de quienes nos rodean, su estado de ánimo, y qué sucede con el fin de ayudar en lo que podamos (además de enterarnos de algunos chismes, claro).

Somos criticones de lo propio, y con humor

No las pasamos tanto observándonos a nosotros mismos que cualquier cosa que vayan a criticar de Colombia, ya la hemos pensado antes. Así que no seremos susceptibles a lo que tengan que decir; y hasta nos reímos mucho de nosotros mismos.

Somos cortoplacistas

Esto se traduce a que vivimos y aprovechamos lo actual. Nos dedicamos a ser felices con lo que tenemos sin pensar en el largo plazo. Muchas personas de otros lugares no aprovechan lo que tienen y viven pensando en ser felices en el futuro, cuando lo cierto es que “eso” que tanto desean, ya lo tienen. No se dan cuenta que la vida es ahora porque están concentrados en sus muchas metas.

¡Somos fiesteros!

Eso lo sabemos nosotros y lo rumoran los extranjeros. Y sí, celebramos todo, a pesar de los miles de problemas que se presentan cada día siempre buscamos el lado positivo de las cosas. Por ejemplo: es cierto que quedamos eliminados del mundial hace unos días, pero celebramos de igual manera que los muchachos hayan hecho un buen trabajo. ¡¡Y tenemos festivales de toooodo!! De la ciruela, de la arepa, del perro salchicha, del arroz, de la panela, del mango, del burro, del cangrejo y de una infinidad de cosas más. Siempre buscamos una razón para celebrar.

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Estamos obsesionados con quedar bien

Un colombiano siempre está a dispuesto a recibir en su casa a algún amigo o familiar que quiera pasar una temporada en la ciudad, y no solo ofrece su casa, sino que lo atiende con todo el gusto y los mejores cuidados. Somos muy hospitalarios: hasta una persona desconocida te abre la puerta de su casa… O por lo menos eso me sucedió a mí, mientras pasaba unos días en Salento. Empecé charlando en la tienda, con un simple saludo de “buenos días”, y la señora muy sonriente me contestó: “hola mi corazón”, lo cual auguró lo que seguiría después. La señora vivía en frente de la tienda, de manera que la conversación continuó en la tarde, las dos sentadas en su sala, charlando después de un almuerzo y varios snacks, con una deliciosa taza de café en la mano. ¡Los colombianos son muy querendones!

Somos avispados y no dejamos pasar los desafíos

Somos creativos y esto nos lleva a que “lo que no tenemos, lo inventamos”. Estamos atentos a las oportunidades que se nos presenten para aprovecharlas. Innovamos y no nos gusta quedarnos en el mismo lugar. Tú le dices a un colombiano “no eres capaz de X cosas”, y por el solo hecho de retarlo, va, lo intenta y lo logra.

Somos desconfiados y leales al mismo tiempo

Hemos pasado por tantas cosas malas a través de la historia, y nos han engañado y robado, que cuando alguien ofrece algo bueno, dudamos de la buena fe de esa persona. Esto ayuda, en primer lugar, a que no nos “tomen el pelo” tan fácilmente.
Sin embargo, aunque al inicio no confiamos en las personas, una vez que creamos lazos de confianza y creemos en esa persona, somos leales a ella o a sus ideas. Un colombiano analiza a la persona, la escucha y poco a poco va entrando en confianza, cumple con su palabra si queda en ayudar en algo y guarda el secreto si así lo deseas.

Nos hemos acostumbrado a la ausencia del Estado

En un mundo lleno de Estados nacionales que no siempre cuidan de sus ciudadanos, los colombianos ya hemos aprendido a apoyarnos entre sí y a ser solidarios. Como sucedió el año pasado tras la tragedia en Mocoa: miles de Colombianos aportaron su grano de arena para ayudar a las diversas familias afectadas. Y para no irnos tan lejos, apuesto a que la ropa que no te queda o no usas, la donas.

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Y por otro lado, todo lo queremos “regalado”

Es que cuando vamos a la tienda del vecino, casi siempre decimos “me regala por favor xxx”. El vecino, por supuesto, ya sabe que no quieres un regalo, que solo es nuestra forma peculiar de pedir las cosas ;)