Photo: sun ok/Shutterstock

El síndrome del Jamaicón. El peor enemigo de los mexicanos en el extranjero

México
by Kiev M. 19 Feb 2020

¿Llevas unas cuantas semanas fuera de México y no paras de llorar porque ya te quieres regresar? Extrañar el olor de unas tortillas recién hechas, la sopa de verduras que prepara tu mamá o la oportunidad de echarte unos taquitos a altas horas de la noche podría parecer una necedad, pero es una necedad tan recurrente que lleva nombre y apellido. Se trata del famoso Síndrome del Jamaicón. Si presentas alguno de los síntomas que mencionamos a continuación, no dudes de acudir con tu curandero de confianza o revisar nuestra guía de supervivencia para mexicanos nostálgicos en el extranjero

 

De dónde viene el Síndrome del Jamaicón

Antes de entrar de lleno a las distintas afectaciones de este síndrome, veamos qué es y cómo surgió. Resulta que hace un montón de años, en los meses previos a la Copa del Mundo de Suecia 1958, un extraño padecimiento comenzó a extenderse entre los jugadores de la selección mexicana. El primero en mostrar indicios de este padecimiento fue José Gerardo Villegas Tavares, jugador de las Chivas Rayadas del Guadalajara y seleccionado nacional. El apodo por el que se le conocía a José Villegas en el terreno de juego era “el Jamaicón”.

De acuerdo con el “Anecdotario del fútbol mexicano” de Carlos Calderón Cardoso, todo comenzó mientras el equipo mexicano cenaba en Portugal. El entonces entrenador nacional, Nacho Trelles, notó que el Jamaicón abandonó la mesa de forma repentina y con un gesto de molestia. Trelles se preocupó por su defensa estrella y fue a buscarlo. Encontró al Jamaicón en medio de un caminar melancólico y meditativo. Cuando Trelles le preguntó qué le sucedía, el Jamaicón respondió: “¿Cómo voy a cenar si tienen preparada una cena de rotos? Yo lo que quiero son mis chalupas, unos buenos sopes y no esas porquerías que ni de México son”. 

 

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Pero ese fue solo el inicio. Unos años más tarde, cuando la selección fue goleada 8-0 por Inglaterra, las críticas le llovieron al Jamaicón por su mal juego como defensa. Aunque era un partido de preparación para el Mundial de Chile 62, el Jamaicón justificó sus fallas a la prensa diciendo que “extrañaba mucho a su mamacita, comerse una buena birria y que la vida no era vida lejos de México”. 

Con esta introducción podemos aventurarnos y definir el Síndrome del Jamaicón como esa nostalgia incontrolable y desproporcionada que se despierta en los mexicanos cuando se sienten lejos del nido. Es especialmente peligroso si se combina con mamitis aguda. 

 

Cómo saber si ya te dio el Síndrome del Jamaicón

Es fácil identificar a las víctimas del síndrome. A continuación te compartimos algunos de los síntomas más comunes que aquejan a los mexicanos en el extranjero durante sus primeros días. 

 

1. Buscas restaurantes mexicanos aunque lleves dos días fuera de México

Si no puedes controlar la ansiedad por comerte unos tacos o tienes urgencia por encontrar un lugar que se parezca un poquito a México, eres víctima del Jamaicón. Seguramente te meterás al primer lugar etiquetado como taquería o restaurante mexicano. El sentimiento te pega más cañón cuando te das cuenta que nadie habla español en el changarro y que lo más cercano a la comida que extrañas son unos tristes nachos con jalapeños. Durante esta etapa de continua añoranza y desaliento, el mexicano con Jamaicón desarrollará una gran aversión hacia los restaurantes mexicanos fuera de México

 

2. El mariachi y las rancheras entran a tu lista de Spotify

Ahora resulta que ya te volviste bien fan de José Alfredo Jiménez y no paras de aventarte su playlist en repeat todo el día. Algunas canciones pegan más que otras y siempre encontrarás esa que te hace llorar y considerar treparte de inmediato en un vuelo de regreso a México para besar la tierra bendita que te vio nacer.

 

3. La voz de tu mamá al teléfono te hace chillar

Resulta que finalmente estás haciendo ese viaje soñado a Europa, ese que hasta habías puesto en tu vision board. Todo es felicidad y alegría, pero en cuanto escuchas la voz de tu mamá al teléfono diciéndote que no se te olvide ponerte la chamarra y que cuides bien tus cosas —a tus 35 años—, te gana el sentimiento y te pones a chillar descontroladamente. Sentir que tu mamá y todo lo que quieres se encuentra al otro lado del océano puede generar una gran cantidad de momentos agridulces. Y no, el hecho de que vayas a regresar a México en dos semanas no hace menos dura la nostalgia.

 

4. Empiezas a comparar todo lo que ves con México

Dicen que las comparaciones son odiosas, pero alguien que sufre del Síndrome del Jamaicón difícilmente lo nota y es susceptible a comparar y medir todo con respecto a México. La comida suele ser el principal objetivo de estas comparaciones. 

Tal como le ocurría al defensor de las Chivas, un mexicano víctima del Jamaicón no es capaz de apreciar la gastronomía de otros países por empecinarse en la idea de que nada sabe bien si no pica, no va arropado en una tortilla o no tiene el sazón de su mamá. 

 

5. Todavía no despega tu avión y ya te quieres bajar

El Síndrome del Jamaicón puede atacar incluso antes de salir de México. Hay quienes comienzan a sentir tristeza y nostalgia por la partida tan pronto se suben al avión. De igual manera, no son pocos los casos en los que las despedidas en el aeropuerto van acompañadas de lágrimas, como si ese viaje de unos cuantos días significara cinco años fuera del país.

 

6. Te doblan los comentarios de tus amigos de Facebook

Ya andas de paseo y comienzas a subir las fotos del viaje a tus redes sociales. Entonces aparecen comentarios acompañados de caritas tristes del tipo, “Amiguis, no sabía que te habías ido. ¿Cuándo vuelves? ¡Te extraño!”. Lo más común es que ese amiguis sea uno de tantos que no pelas en Facebook. No tenía idea de tu viaje porque no tiene idea de tu vida, pero como estás a la merced del Jamaicón, no lo registras y te enterneces con su comentario y hasta le prometes un café cuando regreses. Absurdamente, continuas leyendo comentarios y empiezas a desear no haberte ido de viaje con tanta gente que te quiere en México… ¡ay ajá!  

 

7. Te sacude el efecto post traumático del síndrome

Se terminó el viaje y tan pronto aterriza tu avión en México ya imaginas cómo no te darás abasto con tanta gente ansiosa por verte y saber cómo te fue. Te sientes como un héroe nacional por haber vuelto sano y salvo de ese viaje que te arrancó del terruño por unos días. Sin embargo, pronto te das cuenta que todo sigue como cuando te fuiste. 

Por supuesto que a tus papás y a uno que otro amigo les alegra verte, pero toda esas personas por las que te desviviste comprando recuerditos ni se aparecen y sus llaveros, imanes y demás chucherías de un euro terminan guardando polvo en un cajón. Caes en la cuenta de que todo fue una ilusión y ahora vives el efecto post traumático del Síndrome del Jamaicón. Lo peor es que al siguiente día tienes que volver a la chamba y todavía falta un buen para que te toque la tanda.

 

 

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