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5 romances del México prehispánico y colonial que cambiaron la historia

México
by Xiu 13 Feb 2019

Hoy te quiero contar sobre algunos romances: unos que moldearon el México prehispánico y otros ocurrieron a partir de la llegada de los españoles y que, de no haber sucedido, tal vez otra hubiera sido nuestra historia.

Nezahualcóyotl y Azcalxochitzin

Este es el amor que dio al mundo a los dos dirigentes que hicieron de Texcoco la Atenas del mundo prehispánico, y así comenzó la historia:

Nezahualcóyotl se encontraba en su peor momento, a causa de la decepción que le había causado que su sobrino se enamorara de la mujer que él amaba. Un buen día, en una de sus tantas caminatas, conoció a Azcalxochitzin, mujer de Cuacuauhtzin, señor de Tepexpan, de quien se enamoró a primera vista. Aquella era una relación imposible, pero Nezahualcoyotl -que como ya sabemos era un soberano apasionado-, mandó a Cuacuauhtzin a la guerra y, después de su muerte, cortejó a su viuda.

De aquel amor nació Nezahualpilli, el hijo predilecto de Nezahualcóyotl, quien continuaría con la visión de su padre, llevando a Texcoco a ser aún más próspera.

Gonzalo Guerrero y Saasil-Ha

Gracias al amor de estos dos, y aunque la historia se niegue a reconocerlo, comenzó el mestizaje en México.

Gonzalo Guerrero era un náufrago español que vivió entre los mayas, adoptando su cultura. Aprendió su idioma y su religión y se integró como uno de ellos.

Con el tiempo, y tras una serie de aventuras, llegó a enamorarse de la princesa Saasil con quien formó una familia. Creo que no es aventurado afirmar que ellos son los verdaderos padres del mestizaje, aunque la historia oficial no lo reconozca así.

Hernán Cortés y Malintzin

Aunque suene exagerado y sin la intención de menospreciar a Malintzin, si ella no hubiese sentido el cariño que sintió por Cortés, la historia de México sería muy distinta.

Esta podría ser una historia confusa, de un amor más bien condicionado y no tan real ni puro. Como recordarás, Malintzin fue entregada en un grupo de doncellas a Cortés por los nobles de Centla (actual Tabasco), como parte de un acto protocolario.

Con el paso del tiempo, Cortés le tomó aprecio por su inteligencia. Ella se había convertido en su intérprete y consejera y, más adelante, tuvieron un hijo al que llamaron Martín. Por ello, la historia oficial sostiene que son ellos los padres del mestizaje.

Tecuichpo y Hernán Cortés

A pesar del poco amor que recibió para sí misma, Tecuichpo demostró el que ella sentía por su pueblo y seguramente fue inspiración para los movimientos independentistas de México.

Una vez más tenemos a Hernán Cortés… Pero esta no es una historia de amor, ya que Tecuichpo, hija de Moctezuma, tuvo que pasar por varios matrimonios hasta que la obligaron a casarse con el capitán español, con quien tampoco tuvo una buena relación.

Tanto fue el sufrimiento de Tecuichpo y la añoranza de los tiempos de gloria que ella había vivido cuando era niña en Tenochtitlan, que dedicó su vida a crear un legado que pudiera ayudar a su gente.

Tecuichpo fundó el hospital de San Juan de Dios, donde se le daba asilo a las personas de bajos recursos y que hoy es el museo Franz Mayer, y en su testamento dejó escrito que las personas a su servicio debían ser libres después de su muerte.

Tecuel Huetzin y Pedro de Alvarado

Al igual que Malintzin, sin su amor por un español, tal vez la historia hubiera sido otra para México y Guatemala.

Ella fue hija de Xicoténcatl viejo y hermana de Xicohtencatl Axayacatzin, llamado “el joven”, aquel que enfrentó a Cortés y que buscaba una alianza con Cuitláhuac para derrotar a los españoles.

Tecuel Huetzin, al igual que su padre, mostró una notoria lealtad a los españoles, al grado de informarle a Alvarado sobre los planes de algunos nobles para liberar a Moctezuma del aprisionamiento en que lo tenía Cortés.

Incluso acompañó a Alvarado en la invasión del territorio hoy conocido como Guatemala y llegó hasta Perú, donde vivió con él hasta su muerte, sin haberse convertido en su esposa.