Vivero Coyoacán
Este Parque Nacional está compuesto de 39 hectáreas arboladas y sus orígenes datan de 1901, cuando Miguel Ángel de Quevedo, “el apóstol del árbol”, donó una hectárea para comenzar esta reserva forestal. En el vivero se cultivan árboles que luego serán destinados a la reforestación de la zona conurbada de la ciudad.
Además, en este pulmón defeño hay juegos para niños, áreas deportivas, senderos para caminar y correr, clases gratuitas de yoga, tai chi y zumba y programas educativos para toda la familia. Los fines de semana “Viveros”, como le dicen los locales, se convierte en una fiesta para los más chiquitos, con todo tipo de juegos, inflables, brincolines y artistas callejeros. Lo bueno es que, a diferencia de otros parques de la ciudad durante el fin de semana (que están repletos de gente), Viveros conserva su calma y se puede disfrutar en familia, sin temor de perder de vista a los niños.