1. El Malecón guarda tus mejores recuerdos.
Una pelea, un cumpleaños, una buena calificación, el primer amor, matar el aburrimiento… Todo, absolutamente todo puede resolverse o acontecer en el Malecón. Diría que no eres habanero si no te has enamorado al menos una vez en el malecón. Pero lo más sabroso, sin dudas, es irse con un grupo de amistades a descargar, guitarra en mano. Allá te puede tomar el amanecer, entre risas, anécdotas y ron peleón. Si el Malecón hablara…