Sabes que estás en Tijuana cuando…
Comienzas a oler a carbón
Porque en Tijuana hay tacos en una esquina y en la otra también. Los tacos de asada son una de esas grandes especialidades de la ciudad que le dan olor al ambiente. ¡Porque en Tijuana todos son unos foodies!
Ocupas las Torres para todo
Nos vemos en las Torres o en el Carl’s de las Torres o pasando las Torres. Sabes que estás en Tijuana cuando las Torres aparecen en tu vida. Se trata de las torres de un hotel fundado en 1982 y son de los primeros rascacielos que hubo en la ciudad. Son referencia y punto de encuentro entre locales.
La gente no anda diciendo que las cosas están padrísimas
En cambio escuchas expresiones como qué suave, qué perro, ¡qué curada!
Cuando la gente responde a tus ideas o propuestas con un ¡date!
¡Date, papá! ¡Te estás tardando!
Subes y bajas cerros todo el tiempo
Porque la ciudad es de cuestas y si no eres de aquí puedes acabar perdido entre tanta subida y bajada. Lo mejor, si es tu primera vez por estos lares, será que no te despegues del GPS, pero eso sí…
Hay vistas de la ciudad por toda la ciudad
Está la colonia Altamira y las vistas a la Segunda o la avenida Internacional que nos deja ver a la derecha México y a la izquierda Estados Unidos. También hay buenas vistas desde la Juárez, Chapultepec, Doctores, la Postal… Son muchos los puntos de la ciudad que ofrecen unas vistas increíbles del paisaje urbano de Tijuana. Encontrar tu postal favorita es cosa de dar un rol.
Todo comienza a ser bilingüe
Comienzas a ver marcas y tiendas de cadenas estadounidenses, los platillos en los menús comienzan a aparecer en inglés y cada vez escuchas más expresiones que te hacen dudar si sigues en México. Llegas a Tijuana y todo se pone bien cool.
Existe el otro lado
Voy al otro lado por los niños y regreso. Lo voy a ir a comprar al otro lado porque está más bara. Voy a cruzar, ¿necesitas algo? No, yo voy a cruzar al rato… Y así las cosas por este lado.
Hay cerveza artesanal por todos lados
Porque en Tijuana como en el resto de Baja California, la cerveza artesanal se ha posicionado a tal grado que es mejor venir preparado para una degustación interminable.
Se te atraviesa la Revu
La avenida Revolución. La primera calle, donde se instaló el primer bar, el primer restaurante y hasta el primer prostíbulo. Museos, tiendas de diseño, cine, bazares, galerías, farmacias, bares, discotecas, supermercados, mariachis… ¡Estás en la Revu, compa, la calle más famosa de Tijuana!
Te quedas atorado en el tráfico…
Y no, no estás en la Ciudad de México, pero si circulas por el Boulevard Agua Caliente o por la Zona del Río un viernes a las siete de la tarde, vas a ver el semáforo cambiar de color una y otra vez y tú seguirás en el mismo sitio. ¡Bienvenido a las horas pico en la frontera!
O terminas metido en un bache
Dicen que Tijuana te espera con los baches abiertos. Si brincas en el taxi, brincas de copiloto o brincas manejando es porque Tijuana es todo terreno.
No sabes qué onda con el clima
Te llovió por la mañana y te pusiste chamarra, pero te estorbó por la tarde con el calor. Eso sí, tuviste un atardecer otoñal increíble, pero nada más se metió el sol y tuviste que sacar la chamarra otra vez. No olvides dormir bien tapado.
La frontera se hace presente en los muros
Los graffitis y murales abundan por las calles de Tijuana. Todas estas expresiones tienen mensajes de identidad ligadas a la vida en la frontera. En Tijuana las calles hablan y lo hacen de forma tan pintoresca que no dudarás en sacarle fotos a una que otra pieza de arte urbano.
¡La fiesta parece no acabar nunca!
No sales de las mismas dos calles y ya no puedes más con la fiesta de la ciudad. No sabes qué hora es pero llegas a un bar y luego a otro y parece que en todos son las doce de la noche. Sin darte cuenta, entras de un ambiente nice y cosmopolita a uno oscuro y turbio, vas y vienes y no entiendes nada de nada. Welcome to Tijuana!
Abundan los sombreros y las botas vaqueras por la calle
Y algunos andan hasta con el cinto o la bolsa piteada.
Nadie sabe qué es un helado…
En Tijuana se le dice nieve. Sean de agua, de leche o de lo que sea. No importa, todas son nieves.
Y todos te verán raro cuando hables de tu coche
Acto seguido, te van a preguntar de dónde eres porque de Tijuana seguro no. Aquí se dice carro y hablar de coches te identifica como un recién llegado del centro del país.
Parece normal hablar con tantas groserías…
¡Y a gritos! Que no te quepa duda que estás en Tijuana, compa. ¡Y aguanta vara con el carrillón!
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