Existen varios errores que puedes cometer cuando viajas por primera vez a Chile. En algunos artículos ya hemos hablado del tema de los temblores y de la forma compleja de hablar de los chilenos, así que en este texto nos referiremos a otros temas… como por ejemplo, cómo evitar que termines con una multa o en la cárcel. ¡Atento a lo siguiente! ;)
11 errores que cometen quienes visitan Chile por primera vez… y cómo corregirlos
Tomar un taxi en el aeropuerto y que te timen ni bien pones un pie en el país.
Si no quieres terminar pagando un precio estratosférico y que tu primera experiencia ni bien llegas sea un timo, infórmate bien cómo salir del aeropuerto. A una conocida, extranjera, le cobraron 100 dólares por un trayecto de 10 minutos, no seas como ella y estudia las alternativas, revisa este artículo con todas las opciones disponibles. Básicamente, tus opciones desde el Aeropuerto Internacional Arturo Merino Benítez (AMB), también conocido como Aeropuerto Nuevo Pudahuel (SCL) son el Bus Centropuerto / Turbus (que te dejan en puntos estratégicos de la ciudad), transfers como Delfos y Transvip, un taxi con tarifa pre-acordada o por taxímetro, y Uber (que puede llegar a ser más económico que el taxi). Si te decides por el último, ojo al lugar en que te recogerá, suelen pasar por tí en sectores específicos que ellos mismos te indican para no tener problema con los taxis oficiales. Puedes usar el wifi gratis del aeropuerto para pedirlo.
Al entrar al país, olvidar que guardaste la fruta que te dieron en el avión en tu mochila.
Típico. Te guardas esa manzana que te dieron para más tarde, te olvidas de ella y al pasar por el control del Servicio Agrícola y Ganadero no la declaras y aparece en los rayos X. ¡Listo! ¡Tu primera multa por ingresar una amenaza a la agricultura del país!
No señor: persona precavida vale por dos. Las recomendaciones oficiales dicen lo siguiente:
“Si usted porta o trae consigo (…) productos, partes y/o subproductos de origen animal y/o vegetal (…) DEBE DECLARARLOS. Un/a inspector/a SAG evaluará si el producto está en condiciones de ingresar al país. NO SE ARRIESGUE, DECLARE y si tiene alguna consulta realícela a un/a inspector/a SAG antes de entregar su Declaración Jurada.”
Evita los productos en primer lugar, revisa tu maleta, pregunta si tienes dudas, y ¡declara las cosas!
Intentar coimear a la policía.
Viendo que la multa por un producto animal o vegetal es inminente, se te ocurre la mala idea de pasarle a la policía un billete por debajo… Esta práctica habitual en otros países, aquí será tu paso directo a la cárcel por cohecho. Ni se te ocurra intentarlo: los carabineros acá son incorruptibles. Tampoco lo intentes en la calle, como bien enseña el siguiente vídeo.
Creer que un carrete piola de verdad será una salida tranquila.
Si te haces de amigos chilenos y te invitan a salir prometiendo algo tranquilo, osea “un carrete piola”, prepárate para que por arte de magia todo termine saliéndose de control y amanezcas bailando arriba de las mesas en un after clandestino…
¿Cómo corregirlo? Pues, bebe mucha agua durante toda la noche y asegúrate de que la cantidad de terremotos y piscolas que has tomado permanezca dentro de la dosis que le recomendarías a tu abuelita.
No pesar la fruta.
Todos hemos visto algún extranjero en la fila del súper haciendo taco porque no pesó la fruta. Parece ser que somos de los pocos países con esta costumbre, así que si vas al súper a comprar frutas o verduras, ¡no olvides pesarla antes de llegar a la caja!
Hablar mal de la selección masculina de fútbol.
Aunque nos dejaron fuera del mundial, aunque haya jugadores súper fiesteros e irresponsables, aunque algunos nos han decepcionado una y otra vez con sus discursos y su actuar, ganaron las primeras dos copas de la historia para Chile y eso los convierte en héroes nacionales intocables (por cuestionable que me parezca). Si no tienes nada bonito que decir de la selección, ¡cambia de tema!
Pensar que Chile es un país con escasa urbanización.
Recuerdo clarísima la expresión de asombro de un norteamericano al llegar a Viña del Mar. Me dijo “no pensé que tuvieran edificios” y yo lo miré con cara de “¿qué crees? ¿que andamos aquí corriendo en taparrabos?”. Las ciudades y carreteras están, en general, bien urbanizadas y desarrolladas. De hecho, recorrer Chile por tierra sería un placer si no fuera por las confusas señaléticas de tránsito.
Ser víctima de las confusas indicaciones viales.
A propósito de lo anterior, cuando para llegar a tu alojamiento te dicen que debes cruzar por el paso de cebra que está luego del lomo de toro, ¡te empiezas a imaginar que en las calles encontrarás todo un zoológico! Tranquilo, sólo se trata del paso peatonal y los topes que se ponen en las calles para que los autos reduzcan la velocidad.
Si vas a conducir, contar con datos y un buen GPS será de lo más útil, por lo menos hasta que empieces a comprender el raro español de los chilenos y si no les entiendes las indicaciones para llegar a algún lugar a pie, repite la pregunta hasta que te quede del todo claro.
Creer que con una elección de vestuario estás bien para recorrer Chile.
Chile es una larga y angosta franja de tierra que parte en el desierto más árido del mundo y termina en los más australes glaciares de la Patagonia. Eso sin contar la Antártida chilena, y que en medio deberás pasar por bosques lluviosos también. Ven preparado para vivir todos los tipos posibles de climas… o muere en el intento (y no, no queremos que mueras).
Pensar que Chile es un país barato.
Este es un error común, sobre todo para aquellos mochileros que vienen bajando en Sudamérica desde Ecuador, Perú y Bolivia… Es que Chile hace doler la billetera: la gasolina es cara (el tercer país con la gasolina más cara de Sudamérica), la ropa es cara, la comida es cara y hay impuestos hasta por respirar. Por ejemplo, el impuesto a los licores fuertes es del 31.5%, el de los vinos del 20%, y las bebidas analcohólicas como el agua mineral pagan un impuesto del 10%. Aún con eso, el vino es barato porque se produce acá, pero encontrarás que los demás tragos son caros en comparación a otros países del Sur.
Así que si vienes en plan mochilero y este será tu punto final, te aconsejo dejar apartado algo de dinero. Eso sí: los paisajes harán que venir valga cada peso gastado, lo prometo.
No estar enterado de los feriados.
En Chile existen feriados que son irrenunciables. Durante dichos feriados, no abrirán los centros comerciales, ni los supermercados, ni los restaurantes, así que toma precauciones para no vagar esos días como un zombie en busca de comida por las calles. Estos feriados a considerar son el 1 de enero, el 1 de mayo, los días 18 y 19 de septiembre, y el 25 de diciembre.
Ya sabes, con esta lista no hay espacio para errores. ¡Bienvenido a Chile!
Crédito imagen de portada: Matt Gross