Así como el resto del mundo tuvo a Buda, Jesucristo, Zoroastro y Krishna, el Anáhuac tuvo a Quetzalcóatl, el hombre-dios más conocido y respetado en América del Norte y Centroamérica.
Su nombre se traduce literalmente como “serpiente emplumada”, pero conforme los descubrimientos arqueológicos han salido a la luz se le han dado nuevas interpretaciones.
Quetzalcóatl se compone de dos vocablos náhuatl: quetzali y coatl que se traducen así: