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El ámbar es una resina fosilizada producida por algunas especies vegetales. Al trabajarla como artesanía, esta resina se convierte en una gema de origen orgánico con gran valor comercial. Una de las características que distinguen al ámbar chiapaneco es que es más duro que otras variedades. Esto permite que se pueda esculpir y tallar con mayor facilidad, produciendo objetos de gran valor estético.
El ámbar chiapaneco proviene de la región de Simojovel y es una parte importante de la economía local. Para conocer más a fondo el proceso de la producción de ámbar y hacerte de algunas piezas originales, te recomiendo visitar el Museo del Ámbar de Chiapas en San Cristóbal de las Casas.
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Olinalá es un pueblo del estado de Guerrero en el que durante siglos se han elaborado artesanías en madera. Las artesanías de olinalá se distinguen por su proceso de lacado y decorado, todo realizado con ingredientes naturales de la región y técnicas que se han ido pasando de generación en generación. No es un proceso fácil y cada pieza se elabora a lo largo de semanas por alguna de las familias del pueblo.
La artesanías más conocidas son las cajitas, los baúles y los guajes, pero en Olinalá se elaboran desde máscaras y vajillas hasta muebles de gran tamaño. La artesanía olinalteca tiene un aroma muy peculiar gracias a la madera de linaloe, un árbol de madera sumamente aromática relacionado con el copal.
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La talavera es un tipo de cerámica que se ha trabajado en la ciudad de Puebla y sus alrededores desde finales del siglo XVI. Se caracteriza por un color blanco marfileño de apariencia vítrea que es decorado con motivos azules, amarillos, negros, violetas, naranjas y verdes. La talavera tuvo su origen en España —su nombre hace referencia a la ciudad de Talavera de la Reina—, pero fue en México donde se desarrolló como artesanía y donde alcanzó el reconocimiento del que hoy goza.
La talavera original se distingue por contener la firma del alfarero que la elaboró, el sello del taller y un holograma que certifica su autenticidad. Uriarte Talavera, en la ciudad de Puebla, es uno de los mejores lugares para admirar piezas originales o hacerte de tu propia vajilla.
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El bacanora es un destilado de agave proveniente del municipio del mismo nombre en el estado de Sonora. Se prepara a partir de una variedad de Agave angustifolia típica de la región conocida como yaquiana y es el único destilado de agave que se produce en un solo estado de México. La producción de bacanora fue considerada ilegal durante la mayor parte del siglo pasado; afortunadamente, la producción nunca se detuvo y hoy es una de las cinco bebidas mexicanas que goza de la protección de una denominación de origen.
La charanda es un destilado de caña típico de la región de Uruapan —entre Tierra Caliente y la Zona Lacustre— en el estado de Michoacán. Esta zona se ha dedicado históricamente al cultivo de caña de azúcar, siendo la charanda uno de los subproductos más importantes. Las condiciones climáticas y las características del suelo le dan a la charanda un sabor único que le ha ganado la fama y la denominación de origen. Actualmente, sólo 16 municipios de Michoacán pueden producir este destilado.
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El mezcal es, además del tequila, uno de las bebidas alcohólicas más representativas de México en el mundo. Aunque el mezcal se asocia inherentemente con Oaxaca, la denominación de origen de este producto abarca municipios de los estados de Durango, Zacatecas, Guerrero, San Luis Potosí, Guanajuato, Tamaulipas, Michoacán, Puebla, Morelos y el Estado de México.
Se trata de un destilado de Dasylirion wheeleri, una planta de características similares al agave que crece en el desierto de los estados de Chihuahua, Durango y Coahuila. El proceso de elaboración del sotol es artesanal de principio a fin. Los productores siguen utilizando las técnicas que los rarámuris y los anasazis empleaban para procesar las piñas de Dasylirion wheeleri desde hace más de 500 años.
Al igual que el bacanora, la producción de sotol estuvo prohibida durante la mayor parte del siglo pasado; sin embargo, actualmente el sotol es cada vez más famoso entre los que conocen de destilados mexicanos. Por cierto, cuentan por ahí que el mismísimo Al Capone introdujo sotol como contrabando a Estados Unidos durante la época de la prohibición.
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Esta es la estrella de los productos con denominación de origen mexicanos. El tequila es un destilado producido a partir de agave azul, producido en los estados de Jalisco, Guanajuato, Michoacán, Nayarit y Tamaulipas (así es, el Tequila no es exclusivo de la región agavera de Tequila, Jalisco). El tequila es un verdadero símbolo de México en el mundo y tanto su producción como su consumo son elementos intrínsecos de la identidad mexicana. El tequila es tan importante, que el paisaje agavero y las antiguas instalaciones industriales de Tequila están reconocidas como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
El arroz del estado de Morelos está considerado como el mejor arroz de México y uno de los mejores del mundo. Esto es gracias a los procesos de siembra, a la calidad de las plantas y al clima del estado. Tanto el arroz como sus subproductos —harina, cascarilla y granillo— están amparados por esta denominación.
Las marcas protegidas por esta denominación son: Flor de India, Soberano, Buenavista, Garza de Oro y Perseverancia. Si no lo encuentras en el súper, échale ojo a esta página. Si tiene denominación de origen, vale la pena probarlo.
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A pesar de ser originario de Sudamérica, el cacao ha sido parte importante de las culturas mesoamericanas en México desde hace más de tres mil años. Gracias al clima de la zona del Grijalva en el estado de Tabasco, el cacao se ha mantenido en producción constante desde épocas prehispánicas. En la actualidad, este cacao se produce en selvas domesticadas, sitios en los que se mantiene un equilibrio entre la acción humana y los procesos naturales del ecosistema.
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Muchos de los municipios del estado de Chiapas tienen una tradición cafetera importante. Las variedad de condiciones geográficas del estado y la riqueza de sus suelos de origen volcánico lo convierte en una meca de la producción del café en México.
La próxima vez que vayas a San Cristóbal de las Casas, te recomiendo hospedarte en Casa Cafeologo, un hotel boutique dedicado en su totalidad a los amantes del café. Aquí encontrarás, además de café de calidad mundial, talleres, degustaciones y otras actividades enfocadas en engrandecer la cultura del café y la apreciación del café chiapaneco.
El café veracruzano siempre ha estado en continua competencia con el chiapaneco por ser el mejor café de México. Al igual que Chiapas, Veracruz cuenta con los suelos y las condiciones climáticas idóneas para sembrar café de gran calidad. Los bosques de las zonas altas de Coatepec, Córdoba, Misantla y Huatusco tienen una tradición cafetera que en algunos casos se remonta más de 200 años.
A Coatepec —a unos minutos de la ciudad de Xalapa— se le conoce como la capital del café en México. Cuando visites este pintoresco pueblo, no olvides pasar al museo del café, Café-Tal Apan. En este lugar se ofrecen recorridos por plantaciones de café, degustaciones y otras actividades relacionadas con el producto estrella de la región.
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A pesar de que este tipo de chile se produce en muchos estados de México, los suelos de la península de Yucatán, sus condiciones climáticas y la tradición en los métodos de producción, se han conjuntado para convertir al habanero yucateco en uno de los productos más icónicos del sureste mexicano. La zona comprendida por los estados de Campeche, Quintana Roo y Yucatán contiene la mayor diversidad genética de esta variedad de chile, protegida por una denominación de origen desde 2010. ¿Te imaginas que sería de la comida yucateca sin el habanero?
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Esta es el último producto que entró en la lista de productos protegidos por denominación de origen y está amparado por la ley desde marzo de 2018. Se trata de una variedad de chile de árbol cultivado de forma artesanal en 9 municipios de los Altos de Jalisco y 2 municipios de Zacatecas. Si te interesa conocer más sobre el elaborado método de producción de este chile, date una vuelta por Yahualica a mediados de septiembre a la Fiesta de Todos los Chiles Mexicanos.
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Todo comenzó cuando Don Ataúlfo Morales Gordillo compró un terreno en Tapachula a mediados del siglo pasado. Seguramente lo que menos consideró durante la compra fueron los cinco árboles de mango que ya se encontraban ahí. Con el paso de los años estos árboles empezaron a ganar fama local gracias a la calidad de los frutos que producían: mucho más dulces y pulposos que los otros mangos de la región. Nadie sabe qué pasó. Tal vez fue una mutación, tal vez fue la hibridación natural de distintos árboles de mango, pero el chiste es que de estas cinco plantas surgió una de las variedades de mango más importantes de México y uno de los productos más reconocidos de Chiapas en el mundo.
Actualmente la producción de esta mango se extiende por 13 de los 15 municipios que conforman la región del Soconusco, muy cerca de la frontera con Guatemala.
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Producida en la frontera entre Puebla y Veracruz, la vainilla de Papantla denomina al fruto de algunas variedades de esta orquídea, así como a extractos, resinas y otros productos procesados que hayan sido obtenidos a partir de ellos. La denominación de origen a ayudado a los productores mexicanos a posicionarse en el mercado internacional; sin embargo, la deforestación y el cambio climático han afectado severamente la producción de vainilla de Papantla en años recientes. 