En algunas culturas, ser mujer significa que tenés que seguir ciertas reglas. En Bali, por ejemplo, no podés entrar a los templos si estás con el período.
Que lo primero es la “famiglia”. Como los Corleone, pero sin lo truculento. Siempre juntos, para celebrar los buenos momentos o ayudarnos en los malos.
"9. A la hora del lunch, las tortas eran tan populares como las tlayudas, con todo y su tasajo."
Yo le decía a mi madre que no fuera supersticiosa, pero ahora jamás meto un cuchillo en la candela ni permito que nadie lo haga. Por si las moscas…
Cambié el "che" por el "bo", dejé de hablar de "calentar la pava" y re-aprendí a preparar el mate. Ahora exagero las distancias y soy una cholula del Pepe.
18. Cuando el chofer del camión te dice… “Nomás les encargo si le pueden ir pasando para atrás de favor, todavía hay mucho lugar.”
10. Inventaste las palabras cheto, groncho y careta. Y las expresiones mató mil, re copante y ¡es un quemo!
Reemplacé el café por el té, y dejé de saludar de beso y abrazo. De vez en cuando, si me siento invencible, abrazo a alguien solo para ver cómo reacciona.
Sabes que ir al mirador de los fuertes no significaba precisamente ir a ver el paisaje.
16. Sabes que nada cae mejor en una mañana fría… Que un buen vaso de atole, champurrado o café de olla.
Está nevando y te enfundas el abrigo más gordo que tienes. Al salir, ves a una inglesa en minifalda y sandalias y piensas: “Una de las dos es la rara”.
1. Llamas tío y tía a gente con la que no tienes ningún parentesco.