¿Aún existen estos hechiceros? Si acudes a algún pueblito mexicano, te dirán que sí, que siguen entre nosotros ocultos, trabajando en sus encantamientos.
Mis hijos me demostraron que son mucho mejores viajeros que yo: “Mami, ¡todos comen comida en los puestitos! Tenemos que hacer lo que hacen los locales".
En México acostumbramos a comer chile desde muy niños y lo bien que hacemos, pues además de sabroso, es excelente para la salud. Aquí te cuento por qué.
Vicente Fernández nos canta sobre la nostalgia de aquel amor... “Y ya pa´qué quiero la tumba si ya me enterraste en vida”. ¡Saquen el tequila yaaaaa!
En San Pancho hay tantos atardeceres espectaculares que, al final, te vas a aburrir…
Y ya sabes, la pirámide más grande del mundo no la construyeron los faraones… ¡sino los tlatoanis en Anáhuac!
Xnipec significa “nariz de perro” en maya yucateco: después de probarla tu nariz va a estar sudando e igual de húmeda que la de un perrito.
Asómbrate con los bordados de flores que realizan las mujeres de Juchitán de Zaragoza, donde además podrás comprar artesanías, trajes típicos y joyería.
Llenos de arrojo y valentía, se dice que estos guerreros acabaron con el ochenta por ciento de las tropas españolas durante la batalla en Tenochtitlán.
El antiguo mito del juego maya de pelota que se relata en el Popol Vuh está presente: la vida y la muerte, el enfrentamiento entre la luz y la oscuridad.
La fuente de la Diana Cazadora es uno de los íconos más representativos de la CDMX, y representa la libertad y la belleza del cuerpo desnudo de una mujer.