Tu altar tiene un santo más: Sanseacabó. Y mamaste el arte de la ambivalencia: "¡Cerrá la boca y comé"! “¡Callate y contestame!” o “Salí, vení para aca!”.
"Valió madre", "no tienes madre", "partirse la madre": nuestra obsesión semántica por la madre puede confundir al viajero casual. ¡Ni madres!
Para cuando te duele y quieres que te arda, nada como tequila, limón y Vicente Fernández directo en la herida con La Diferencia.
Tomaste la clase de español para sacarte un 10, pero tus traducciones del Chapulín Colorado no tenían efecto: “You weren’t counting with my cunning” ,
“Tengo muchas ganas de verte, pero he estado ocupadísimo y sin un peso“, significa: “¿Me invitas a comer?¨.
Sugiérele a un traductor que será reemplazado por Google Translate. Si te animas…
"Los acentos, las expresiones y los modismos en Latinoamérica varían de país en país, de ciudad en ciudad e incluso dentro de la misma ciudad, de acuerdo al barrio donde vives."